Krystal Hayer, de 26 años, se traumatizó cuando su hijo lloraba simplemente por tocarle. Le tomó la temperatura y parecía alta, además de que su respiración era muy rápida.
Al llegar al hospital, el médico le explicó que el pequeño sufría meningitis vírica y el contagio se pudo haber producido por un beso. "Solo un inocente beso", se lamenta la madre. De hecho, el niño empezó a tener convulsiones por culpa de la temperatura.
Gracias a que la enfermedad fue diagnosticada pronto, el joven pudo recuperarse. El hospital al que acudió Krystal está ahora tratando de prevenir otros casos familiares advirtiendo a las madres de los neonatos que eviten besar a sus hijos. "Sin sistema inmunológico, el virus se habría contagiado rápidamente", ha detallado la madre.
"Nunca habríamos pensado que un beso haría daño", ha explicado. "Como cualquier madre, no podía pensar que existiera algo peor que no poder besar a mi bebé, pero la hay. Y es mil veces peor", se lamenta añadiendo que no podría haber soportado causarle una lesión más grave a su bebé.