Rebeca Rodríguez, una madre residente en Canarias, perdió una mochila azul turquesa con los medicamentos esenciales de su hijo el pasado 31 de marzo. Ella y Fabio salían del Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde el pequeño recibe tratamiento, y la última vez que vio el saco fue al entrar al taxi dirección la T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
En ella estaba todo el material necesario para el niño: un pulsioxímetro portátil, nebulizador portátil, dos dilatadores de esofagostomía, mangueras de alimentación, un dispositivo para quitar el botón bard, sondas de aspiración, glucómetro y biberones, entre otros.
Todo ello es vital para Fabio, que padece una atresia de esófago de tipo 2. Se trata de una enfermedad que impide al esófago desarrollarse apropiadamente. En la mayoría de casos, la parte superior del esófago termina y no se conecta ni con su parte inferior ni con el estómago.
"La recuerdo justo antes de entrar al taxi, con Fabio en brazos y la mochila en la espalda. Me la tuve que quitar para poder entrar", ha explicado a la 'Cadena Cope'.
Tal es su desesperación por la salud de su hijo que no ha parado de lanzar mensajes en sus redes sociales para pedir colaboración ciudadana con el fin de encontrarla. Pese a que desde el propio hospital le han proporcionado parte del material, no ha conseguido reponerlo todo. "Solo quiero que aparezca la mochila", insiste la mujer.
Las razones
El inesperado giro de la investigación del kayakista desaparecido en agosto: fingió su muerte y huyó del país para cobrar un seguro de vida
El kayakista Ryan Borgwardt, desaparecido en agosto de este año, no estaba muerto. Según han descubierto los investigadores, el hombre había contratado un seguro de vida y decidió fingir su muerte para cobrarlo. Esta es la historia de película.