Se trata del nuevo protocolo antipolución, que fue aprobado este lunes y que, entre otras medidas, prevé
la limitación de la circulación de los vehículos en función de los distintivos
ambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Aunque se aplique este
martes este nuevo protocolo no habrá cambios en las restricciones, ya que se
activará el nivel 1, que contempla solo la reducción de la velocidad de 90 a 70
kilómetros por hora en la M-30 y en las vías de acceso en el interior de la
M-40, en ambos sentidos.
Este miércoles si que se aplicarán las nuevas medidas ya que se activa el escenario 2: los vehículos sin etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico no podrán circular por la M-30 ni por el centro de Madrid, según ha informado el Ayuntamiento.
El Consistorio ha activado por primera vez el escenario 2 del nuevo protocolo para episodios de alta contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2), por lo que los vehículos más contaminantes, los que no disponen de distintivo de la DGT -incluidos ciclomotores y motocicletas-, es decir, los de gasolina matriculados antes del año 2000 y de diésel anteriores a 2006 no podrán circular por la almendra central de la ciudad.
Las nuevas medidas ya
tendrían que haberse aplicado la semana pasada, cuando se superaron en varias
jornadas los niveles de contaminación, pero el Ayuntamiento tuvo que anular por
un defecto de forma el nuevo protocolo elaborado por el Gobierno municipal el
pasado 22 de noviembre y activar el anterior, de febrero de 2016.
Este nuevo plan para
combatir la contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) endurece las
restricciones a la conducción, que se extienden a toda la ciudad y afectan
sobre todo a los vehículos más viejos y contaminantes.
Tras varias jornadas con
alta contaminación la semana pasada, el Ayuntamiento ha tomado esta decisión
después de que se hayan superado en dos estaciones de la zona 1 de la Red de
Vigilancia de la Calidad del Aire y en otras dos de la zona 3, los 180
microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno (NO2) durante dos horas
consecutivas, unido a una previsión meteorológica desfavorable.