A las 6.30 de la mañana en la casa de los Gómez Cortes ya están despiertos. Nada más abrir los ojos, los más pequeños van directos hacia el árbol y allí, entre miles de regalos, descubren que los Reyes Magos tienen magia de verdad: "¿Bien, lo que he pedido!". La felicidad inunda la casa de Alex, Guille y Dani desde bien temprano aunque el sueño aún se deje notar.

Con sueño también está Eva, al despertarse descubre con su hermana María que sus majestades les han llenado el árbol de juguetes y sus camellos han entrado por el patio. En su casa le han dejado un set de manicura, conjuntos de ropa y un reloj inteligente

En esta mañana, los padres son los que más trabajan: toca montar todo lo que han traído y disfrutar con ellos. Pero antes, hay que coger fuerzas desayunando con el tradicional roscón.

Es día de ponerse guapos, de arreglarse para hacer la ruta por las casas de los familiares y ver si allí también les han traído algo. También de aprovechar que mañana aún es festivo para jugar con los regalos antes de volver al colegio.