Francisco José Garzón Amo, maquinista del tren accidentado en Santiago el pasado miércoles, ha quedado en libertad con cargos tras admitir una imprudencia en su declaración ante el titular del juzgado número tres de Santiago, Luis Aláez. El maquinista del tren accidentado ha sido trasladado a las 18:19 horas de este domingo a las dependencias judiciales en Compostela, a donde lo condujo una patrulla desde la comisaría de Policía Nacional de la ciudad.
Fuentes próximas a la investigación han informado que le ha sido retirado el pasaporte y está obligado a comparecer con una periodicidad semanal ante el juez.
Sobre las 19:30 horas de la tarde, Garzón ha sido llegado a la sala ante el magistrado quien, en ese momento, ha hecho entrega a las partes de una copia del atestado policial sobre el siniestro, ocurrido a unos dos kilómetros de la estación de Santiago de Compostela, en el barrio de Angrois.
A su llegada al juzgado, el detenido llevaba hoy puesta una camisa azul con listas blancas, gafas oscuras y pantalones vaqueros y se ha visto cómo, en el interior del vehículo que lo transportaba, llevaba las manos entrecruzadas y sobre ellas apoyaba el mentón.
Garzón está imputado de homicidio por imprudencia. El maquinista fue dado de alta el sábado en un hospital de Santiago, donde estuvo ingresado con traumatismo torácico desde la noche de la tragedia, el pasado miércoles, custodiado por la Policía. A su salida del hospital, agentes de ese cuerpo lo trasladaron a la comisaria, donde ha pasado la noche.
Garzón, según explicaron diversas fuentes, se negó a declarar ante los agentes cuando éstos le comunicaron su imputación en el centro sanitario y rechazó, asimismo, ayuda psicológica mientras estuvo ingresado en el hospital.
De momento son 79 los fallecidos confirmados. Garzón Amo, de 52 años, ingresó tras el siniestro en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) con un traumatismo torácico y no pidió asistencia psicológica.
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