La "especialmente severa" sequía de larga duración que afronta Españapodría poner en jaque muchos cultivos este año. La falta de lluvias -gran parte del país lleva más de 100 días sin que caiga agua de forma relevante- no revierte la grave situación de nuestros embalses. Y sí, para este fin de semana se esperan lluvias en gran parte del país. Chubascos y chaparrones que no será suficiente para paliar la sequía.
De hecho, para la semana que viene, final de abril, se esperan temperaturas más propias de julio que no ayudarán a la situación, como ya ocurrió cuando un calor inusual fue protagonista del final de marzo. Las previsiones del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas que advierten de que podemos estar a punto de afrontar otro verano abrasadorson preocupantes. A esto le sumamos una temporada de incendios ha comenzado este año mucho antes de lo que suele ser habitual.
La situación no causa sorpresa y no solo sucede en España. El clima europeo en 2022 ya estuvo marcado por un calor extremo sin precedentes y una sequía generalizada. Así lo apunta el informe anual del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus (C3S).
El año pasado, Europa vivió el segundo año más cálido y el verano más caluroso desde que hay registros. Especialmente, la zona sur tuvo el mayor número de días de "estrés térmico muy fuerte" jamás registrado. Solo en 2022, los termómetros superaron en 0,9 °C a la media reciente (1991-2020), y en verano esa diferencia subió hasta 1,4ºC.
Los fenómenos extremos, además, son cada vez más frecuentes e intensos: olas de calor que duran semanas; cuando llueve, lo hace de manera torrencial causando inundaciones; nevadas como la de Filomena; o incendios forestales.
Los expertos no se atreven a afirmar que los europeos sufrirán más calor este año, pero la directora adjunta del C3S, Samantha Burgess, sí confirma que a mayor contracción de gases de efecto invernadero en la atmósfera (+2,4 % de CO2 en 2022) más probabilidad de que haya más años cálidos.
El tiempo varía, hay años calientes y años fríos. Lo que ocurre es que la crisis climática amplifica esa variabilidad y hace que la probabilidad "de que haya años más cálidos aumente constantemente", ha explicado Burgess en la presentación del informe.
Lo cierto es que ya tanto el invierno como la primavera han sido más cálidos de lo habitual en muchos puntos. En Al Rojo Vivo, el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, señala que está claro que los veranos se están alargando: "Nuestros hábitos tendrán que estar adaptados a esas temperaturas más altas desde primavera y hasta otoño. España siempre ha sido un país caluroso en verano, pero ahora también en primavera", ha indicado.
Pese a estas previsiones, nada halagüeñas, atendiendo a los mapas del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas, en octubre las temperaturas empezarían a normalizarse y volvería a llover. España seguiría superando los grados habituales en ese mes pero abandonaría los valores extremos que entonces sí se darían en otras zonas de Europa.
Sin lluvias, sin agua
Las altas temperaturas y la sequía son caldo de cultivo de incendios y también provocan la acuciante sequía. Lo cierto es que el invierno de 2022-2023 tuvo un carácter "ligeramente húmedo en España" y las precipitaciones estuvieron algo por encima de lo normal, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su último balance climático.
Pese a ello, la Península en su conjunto continúa en una situación de sequía meteorológica en la que entró hace más de un año, en enero de 2022. "Aunque con las precipitaciones del invierno se alivió en parte la situación, todas las cuencas de acumulación, excepto las del Tajo, Júcar y Segura, se encontraban a finales de febrero de 2023 en situación de sequía meteorológica a 12 meses", explica la Aemet.
En este contexto, el Gobierno de España se ha comprometido a estudiar más medidas de apoyo al campo para paliar los efectos de la sequía, unos daños que ya son millonarios y que se han detallado este miércoles en la esperada Mesa Nacional de la Sequía. Los agricultores, especialmente, y también los ganaderos advierten de que a causa de la sequía seencarecerán todavía más algunos alimentos.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha mantenido que "se debe responder de forma inmediata para conseguir que esa producción continúe adelante",en declaraciones a 'Espejo Público'. Y por otro lado, dice, tenemos "adaptarnos" porque la sequía va a estar con nosotros mucho tiempo.
A nivel europeo
Los países mediterráneos, particularmente España, ya sufren estrés hídrico y, a menos que se dé una importante recarga de precipitaciones en primavera, "es probable que la disponibilidad de agua siga por debajo de la media en los países del sur de Europa" en los próximos meses.
En el continente, en invierno, se dieron menos días de nieve que la media y en primavera, las lluvias fueron inferiores a la media en gran parte del continente. Solo en mayo se registraron las más bajas desde que hay registros para ese mes.
La anomalía anual de la humedad del suelo fue la segunda más baja de los últimos 50 años. El caudal de los ríos europeos fue el segundo más bajo registrado. Así, fue el año más seco desde que hay registros y un 63 % de los ríos europeos tuvieron caudales inferiores a la media.
Otro verano de fuegos y cenizas
Aquí, en España, el inusual calor de marzoy la falta de lluvias han propiciado ya los primeros incendios del año. De hecho, hemos vivido el peor mes de marzo de incendios desde 2006.
Si la cosa no cambia, y la sequía sigue poniendo al país en alerta, España está abocada a otro verano de llamas y ceniza.
Incendios también en el sur de Europa
La situación en otros países del sur de Europa fue similar también en 2022. Francia, Alemania, o Eslovenia, junto con España, registraron las mayores emisiones de incendios forestales estivales de los últimos 20 años, al menos, y en el suroeste de Europa se produjeron algunos de los mayores incendios registrados en el continente.
Lo cierto es que cuatro de cada diez hectáreas quemadas en la Unión Europea fueron en suelo español, y el país cerró su peor registro de incendios en lo que va de siglo.
Situación preocupante en el Ártico
Especialmente preocupante es la situación en el Ártico, tal y como señala el informe del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus. Su clima está experimentando cambios drásticos con temperaturas aumentan mucho más rápido que en la mayor parte del resto del planeta, con 3 °C más que la media de la era preindustrial, frente al calentamiento global de 1,2 °C.
2022 fue el sexto año más cálido registrado en el Ártico en su conjunto, y el cuarto año más cálido en las zonas terrestres. Una de las regiones más afectadas, fue el archipiélago de Svalbard, que vivió su verano más cálido, con temperaturas que en algunas zonas superaron en 2,5 °C la media.
Groenlandia también experimentó condiciones climáticas extremas, como un calor excepcional y lluvias en septiembre, en lugar de nieve. Las temperaturas medias del mes fueron hasta 8 °C superiores a la media y la isla vivió tres olas de calor.