Ha sido una madrugada muy complicada en la que se ha intentado por todos los medios que el fuego no alcance el Parque Nacional de Doñana.
En sólo tres horas las fuertes rachas de viento provocaron que el fuego recorriera siete kilómetros. Durante toda la noche miembros del INFOCA y de la UME han estado haciendo cortafuegos para no dejar paso a las llamas.
Ha sido durante la mañana cuando el viento y el calor han dado un respiro y los bomberos han podido trabajar mejor.
El incendio está perimetrado y dos de los tres focos estabilizados, pero uno sigue sin control. Es el que más preocupa, el más cercano al Parque Nacional de Doñana. Sin embargo, las autoridades aseguran que el incendio evoluciona mejor de lo esperado.
La presidenta de Andalucía Susana Díaz ha asegurado que se están investigando las causas del incendio. No descarta que haya sido provocado y ha sido contundente: "el terreno que ha sido calcinado no se recalificará".
Los servicios de Emergencias esperan que las condiciones meteorológicas se mantengan y poder poco a poco irle ganando la partida al incendio.
Tienen miedo a represalias
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El contexto Los repartidores están en una situación límite dada su precaria jornada laboral donde tienen miedo a represalias por denunciar las condiciones en las que trabajan.