Cuentan su regreso a Marruecos seis años después
Menor, migrante y sordo: la dura historia con final feliz de Imade, convertida en un corto preseleccionado para los Goya
Una barrera casi infranqueable "Formo parte de diferentes colectivos de exclusión social. Si añades la sordera... todo es complica. Todo es lento, y la burocracia te atrapa", denuncia Imade.
Tras viajar en patera. Tras esconderse luego en el hueco del depósito de un camión. Solo. Completamente. Así llegó Imade. Así llegó un menor sordo no acompañado en una historia que tiene un final feliz. Que, afortunadamente, tiene un final feliz. Sí, así es su historia, una que tiene mucho más tras de sí y que se ha convertido en un corto, preseleccionado para los Goya, en el que cuentan el regreso a su Marruecos natal seis años después.
Así habla Ignacio Acconcia, director y coguionista de Imade: "Su condición de persona sorda nos ayuda de alguna manera a poder explicar la barrera que hay como migrante. Es una metáfora de explicar la vida aquí, que hay muchas cosas que te separan del entorno en el que vives".
Y es que sirve como denuncia. Como denuncia para la barrera casi infranqueable que supone la burocracia para muchos migrantes. Más si cabe para una persona con discapacidad auditiva. "Formo parte de diferentes colectivos de exclusión social. Si añades la sordera... todo se complica. Todo es lento, la burocracia te atrapa".
En Barcelona fue donde aprendió la lengua de signos. Además, la fundación Catalonia CreaActiva le ayudó a encontrar trabajo como friegaplatos. En su recuerdo, los amargos momentos vividos como ese viaje hasta Algeciras en cayuco... o las 30 horas en el chasis de un camión.
"El barco iba muy rápido. Vomité muchas veces... En el camión tuve miedo. Tenía que hacer muchísima fuerza con los brazos para ir sujeto", cuenta.
Ahora, Imade muestra su agradecimiento al director del corto: "Le tengo que agradecer mucho que haya querido explicar mi historia..."