La tragedia azota Valencia. Las llamas de un voraz y veloz incendio han devorado una finca de dos edificios en el barrio de Campanar, en Valencia, dejando diez muertos; un número que se espera que sea definitivo, ya que el número de cuerpos hallados corresponde con las diez personas que se habían dado por desaparecidas.
Los cuerpos de nueve de las víctimas mortales fueron rescatados este viernes y trasladados al Instituto de Medicina Legal de València, donde se han reforzado los equipos para practicar las autopsias, en cuyo recuerdo se va a guardar un minuto de silencio este mediodía en la plaza del Ayuntamiento. La mañana del sábado se recuperó la décima.
La investigación sobre las causas del siniestro sigue bajo secreto de sumario y en la zona, donde se mantiene cortado el tráfico, se puede ver esta mañana un pequeño ramo de flores que alguien ha dejado junto a la valla del edificio que fue devorado por las llamas en cuestión de minutos.
Las llamas comenzaron a las 17:30 horas de este jueves en la séptima planta, y en pocos minutos alcanzaban todos los pisos del complejo. En apenas una hora, el fuego había envuelto toda la finca y los bomberos hacían frente a un gigante en llamas, incluso poniendo en riesgo su vida. De hecho, 14 personas resultaban heridas de diversa consideración, la mitad de ellos bomberos.
Entre las causas de la rápida expansión del fuego por todo el bloque se encontraría el material de la fachada, que según los expertos era altamente inflamable. Además, las condiciones climatológicas adversas han dificultado las labores de extinción de los Bomberos. De hecho, las llamas volvían a asomar por la parte trasera del edificio a primera hora del viernes.
La voz de alarma la dieron los vecinos del edificio y viandantes que avisaron de las primeras llamas que, tan solo media hora más tarde, invadían casi todo el complejo de viviendas. El fuego generó una gran columna de llamas y una densa humareda que ha afectado a varias plantas del edificio, situado entre Maestro Rodrigo y Poeta Rafael Alberti. El 112 movilizó numerosas dotaciones de Bomberos municipales, dos SAMU y un SVB hasta el incendio, lugar al que también se han desplazado agentes de la UME. Además, se instaló un hospital de campaña que ha sido retirado a primera hora de este viernes, cuando el fuego se daba por controlado.
Este viernes los bomberos podían entrar por primera vez. Accedían con equipos de respiración autónomo, es decir, botellas que les permiten una autonomía de entre 20 y 30 minutos de respiración normal dentro del complejo de viviendas, por lo que debían turnarse para no comprometer su seguridad.
Carmen Torta, ingeniera y arquitecta, ha explicado en Al Rojo Vivo qué ha podido fallar. "Hay una premisa de partida en todo lo que es seguridad contra incendios y es que la fachada tiene que ser 100% incombustible. La fachada no puede arder en un edificio. Eso ocurre porque algo no ha funcionado bien, que es algo que puede ocurrir por muchas causas", ha explicado la experta.
Precisamente, el revestimiento del edificio incendio en Valencia estaba compuesto por alucobond, según recoge el vídeo promocional de la promotora. En su interior, estas láminas, contenían poliuretano, un material que puede ser prescrito como ignífugo, si bien tal y como ha explicado el arquitecto y cofundador de TheOffice Studio, Alejandro Rausell Olivares, la constructora "se podría haber ahorrado un dinero por panel haciéndolo no ignífugo y solamente con capacidad de aislante término y acústico".
Un rescate de alto riesgo
Durante los intensos trabajos para apagar las llamas se vivieron momentos de auténtica tensión, como el que han protagonizado dos personas que habían quedado atrapadas por las llamas. Durante varias horas, los bomberos intentaron acceder al balcón de la séptima planta donde se encontraban un hombre y una mujer. Finalmente, a última hora de la tarde, y tras sofocar las llamas que rodeaban a las víctimas, que pudieron romper el cristal del balcón y rescatar a ambas. Los civiles heridos fueron trasladados a distintos hospitales por inhalación de humo, pero su vida no corre peligro.
Además, una ola de solidaridad vecinal ha surgido casi de inmediato para ayudar en lo posible a las personas que, de un momento a otro, se han quedado sin casa y sin pertenencias. Las autoridades han dispuesto, además, varias alternativas de alojamiento. "Se ha quemado todo, todo, todo. No tengo ni cartera, me he quedado con lo puesto", ha lamentado Vicente, uno de los vecinos que ha sufrido esta catástrofe. No ha sido el único. A lo largo de la tarde y la noche, laSexta ha podido hablar con distintos afectados que han reconocido estar "destrozados" y sorprendidos por lo ocurrido: "Esto no se había visto jamás, yo he visto incendios de tres cuatro pisos, pero todo un edificio entero es impresionante, un drama".
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