Las monjas cismáticas han cambiado de gurú espiritual. Tras echar del convento al falso obispo Pablo de Rojas y al cura coctelero José Ceacero, ahora quieren unirse al arzobispo Carlo María Viganò, exnuncio en Estados Unidos y opositor al Papa Francisco al que acusa de hereje.
Viganó ha seguido la misma conducta que las monjas de Belorado. El jueves pasado estaba citado a declarar, pero se negó a ir diciendo que el Vaticano le estaba procesando por cisma.
Ahora, el prelado italiano se enfrenta también a la excomunión. En sus redes sociales, todavía podemos ver algunos de los comentarios contra el Pontífice: "El cáncer que se ha extendido en la Iglesia desde la revolución conciliar y que gradualmente se ha extendido en forma de metástasis durante los años posconciliares, ha conquistado ahora con el jesuita argentino completamente el nivel más alto".
Acercarse a Viganò parece ser la intención de las exreligiosas por sus ideales afines. Algo que han mostrado esta semana en su cuenta de Instagram.
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Piden una regulación estricta
La lucha de los ludópatas por prohibir las tragaperras en los bares: "Un café te puede costar 300 o 400 euros"
Los detalles Más de 15.000 personas han firmado una petición para regular el acceso a las máquinas de juego en bares y cafeterías, que son el punto de entrada de muchos menores al juego y ponen en peligro el tratamiento de los adictos que se autoexcluyen.