La exabadesa de las monjas de Belorado, Laura Gil de Viedma, ha compartido un nuevo vídeo sobre la situación del grupo en el que comenta la situación económica insostenible que dicen estar viviendo. El objetivo de sus ataques es el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, a quien acusa de "hundir los monasterios". "Yo creo que para septiembre están arruinados", añade.

Pero los problemas de las monjas son previos a que Iceta tomase el control tras el cisma. Los ingresos de las religiosas provenían de sus trufas y chocolates, a lo que se sumaba las pensiones de las más mayores, unos 6.000 euros, una cantidad insuficiente para hacer frente a sus gastos.

Había 11 trabajadores contratados para 16 monjas, con un coste de casi 13.000 euros. De ellas, 10 están en edad de trabajar, su cotización a la Seguridad Social asciende a más de 2.000 euros, a los que se sumarían 9.000 euros repartidos en tres créditos para sus monasterios, más otros 3.000 para facturas y gastos ordinarios.

En total 30.000 euros de gastos. Una vida muy por encima de sus posibilidades y para la que ahora, de nuevo, piden ayuda.