Surrealismo, confusión y tragedia. Estos son los elementos que acompañan la pesadilla sufrida por Beatriz Sánchez cuando intentó que el servicio de emergencias de Madrid acudiera a su vivienda, en Vicálvaro, para que atendieran a su madre, que no respiraba bien y perdía el conocimiento en el sofá de la casa. Beatriz pidió la ambulancia, pero pasaron 13 minutos y la ayuda no llegaba.
Volvió a llamar e insistió: "Buenos días. Mire, ya he hablado con un compañero suyo...". El médico de urgencia que atiende el teléfono la interrumpió: "Conmigo, señora, conmigo". Beatriz contó de nuevo lo sucedido: "Es que ya venían de camino, pero es que mi madre no respira". El médico respondió tajante: "Pues si no respira, señora, es que ha fallecido". Beatriz intentó explicarle la situación con urgencia, dada la situación de su madre.
"No, no ha fallecido, se queda sin respirar y al ratito vuelve en sí... como tarden mucho se muere mi madre...", advirtió Beatriz. El médico contestó: "Señora, es que su madre se está muriendo por lo que usted me ha contado". Y Beatriz estalló: "La verdad, da gusto con usted, me deja con una tranquilidad... ¡Pues si vienen rápido igual no se muere!". El médico se justificó diciendo que tienen "muchos avisos": "Pero una persona que está en situación terminal, en paliativos y que hace pausas de apnea es que está falleciendo".
¡Habrá otra persona con problemas respiratorios en esta calle! Yo no he dicho que esté en paliativos"
Beatriz se mostró confusa: "Mi madre no está en paliativos ahora mismo". Y el sanitario respondió impaciente: "¡Señora, me lo ha dicho usted! Paliativos de Asisa. ¿O me lo he inventado yo?". La mujer insistió en que se trataba de otra persona, y el médico le preguntó si llamaba desde "calle Calahorra", para asegurarse. Beatriz lo confirmó: "Número 12. ¡Habrá otra persona con problemas respiratorios en esta calle! Y yo no he dicho que esté en paliativos". El sanitario aseguró que sí le dio esa información.
Beatriz volvió a negarlo una vez más, ya exaltada. El médico rectificó en el momento: "Pues perdone, señora, a lo mejor ha habido un error y estaríamos hablando de otra paciente... Le enviamos una UVI inmediatamente". Lo que sucedió es que en emergencias confundieron a su madre con otra paciente terminal que había pedido también una ambulancia. Eso hizo que no le dieran prioridad, que la ayuda se retrasara y que, durante ese tiempo, la madre muriera.
La primera llamada se hizo a las 10:46, y como la pusieron por error atrás en la cola, la ambulancia no llegó. Beatriz no insistió hasta 13 minutos después, que es cuando el sanitario se dio cuenta del error y mandó a los servicios de emergencias. Estos llegaron en seis minutos, a las 11:05 horas. Pero ya no había nada que hacer. Según Beatriz, si no se hubieran equivocado y hubieran mandado la ambulancia en la primera llamada, en esos seis minutos que tardó habrían llegado a tiempo para salvarla.
Además, Beatriz ha asegurado que, al llegar, los médicos seguían creyendo que era la otra paciente en paliativos. El servicio madrileño de emergencias, Summa, ha admitido el error, pero dicen que los 19 minutos que tardaron están dentro de los "márgenes aceptables" y que, aunque hubieran llegado antes, no se puede saber si habrían podido salvarla. Beatriz se ha quejado también del trato de los sanitarios y pide una indemnización de 72.000 euros.
Beatriz en MVT: "No me ha llamado nadie tras lo ocurrido"
La hija de la víctima de esta surrealista situación ha asegurado en Más Vale Tarde que nadie del Summa 112 se ha puesto en contacto con ella para dar explicaciones o disculparse por lo sucedido con su madre: "A mí no me ha llamado nadie. Yo entiendo que puede haber un error, pero primero, que no me traten así porque estoy llamando por una urgencia de mi madre; segundo, si les digo que mi madre están en paliativos, que no me insistan. No les estaba mintiendo para que me mandaran a alguien, pero me seguían insistiendo en que sí lo había dicho. Lo tuve que decir hasta cinco veces".
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Beatriz ha reconocido que ella no puede "saber si el resultado habría sido igual" de haber llegado la ambulancia en un primer momento, pero ante el razonamiento expuesto por el servicio de emergencias ha querido aclarar que ellos "tampoco pueden saberlo". Para la hija de la fallecida, el tiempo que estuvo esperando a la ambulancia se le hizo "eterno": "No sabía si irme corriendo, buscar la ambulancia y traerla, o llamar, llamar y llamar. Para mí no fueron minutos, sino horas. Sentía impotencia y no sabía qué hacer. Mi madre estaba operada del corazón desde hace diez años, pero iba a sus revisiones y estaba bien".