Un niño ha fallecido tras ingerir la metanfetamina que tenía su padre en un plato pensando que eran los cereales de su desayuno, en su vivienda de Indiana, Estados Unidos.
Curtis Collman, el padre, está acusado de la muerte de su hijo de ocho años. Los investigadores apuntan a que el menor tenía hambre y comenzó a ingerir lo que pensaba que eran dulces, pero no fue así. Lo que había en el plato era droga, concretamente, metanfetamina. Según revela la autopsia, el niño había consumido 180 veces el límite letal.
Cuando el padre se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, llamó a un amigo, que fue en su ayuda y le sugirió avisar a emergencias. Entonces, sacó una pistola y le amenazó.
Tras esto, llevó al niño a casa de sus abuelos pero tampoco dejó que llamaran a las autoridades. Mientras, el pequeño no dejaba de sufrir ataques y convulsiones.
A Curtis Collman no es la primera vez que le detienen, tiene antecedentes penales por tráfico de drogas, mala conducta sexual y delitos de tráfico.
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