Después de que los padres del pequeño Logan Maclean fueran al médico porque su hijo cojeaba, los sanitarios les dijeron que el niño tenía un esguince de tobillo.
A pesar de que debía ser algo temporal, el pequeño no mejoró. De hecho, su situación fue a peor y los médicos comprobaron que sus brazos estaban también débiles.
Tras diferentes pruebas y meses de incertidumbre, en el hospital confirmaron a los padres que Logan, de tres años, tenía un tipo de cáncer incurable. En concreto, tenía un glioma pontino intrínseco difuso, un tumor que crece y se extiende rápidamente.
Debido al tipo de tumor, los médicos no pudieron operar al niño y sólo pudieron recurrir a la radioterapia para intentar que su avance fuera más lento. "Aunque el tratamiento ayudó, Logan se volvió cada vez más débil, dejó de hablar y volvió a gatear", ha explicado su madre para Daily Record.
"Logan era un niño normal que amaba a los dinosaurios y la playa. Verlo debilitarse fue desgarrador", lamenta su abuela.
La familia del pequeño pide más investigación
Los hechos tuvieron lugar a finales de 2017 en Reino Unido, pero es ahora cuando la familia del niño ha querido hacer público lo que pasó. Exigen más medios para este tipo de enfermedades y han puesto en marcha una campaña para recoger firmas y que el Parlamento debata sobre ello.
El astronauta Neil Armstrong, primer ser humano en pisar la Luna, murió de lo mismo. "Celebramos 50 años de la llegada a la Luna, pero no hemos logrado mucho en cuanto al tratamiento del glioma pontino intrínseco difuso", lamenta la abuela del niño.
"Por la mañana ya había llamadas"
El 112 de Valencia estuvo recibiendo avisos para rescates desde la mañana de la DANA
Amparo López, gestora de emergencias en el 112 de la Comunidad Valenciana, ha explicado a laSexta cómo el 112 estuvo recibiendo llamadas de gente pidiendo ayuda desde la mañana en la que sucedió la DANA.