Según las conclusiones provisionales de la Fiscalía, el hombre, que falleció con 94 años, tenía en febrero de 2014 buena salud y sólo padecía de insomnio por lo que le habían prescrito varios medicamentos, entre ellos un comprimido diario de Orfidal. En esa fecha el fallecido residía en Villaviciosa y sufrió una caída por lo que su nieta lo trasladó al municipio de Pravia para que residiera con ella y otros familiares y, según la Fiscalía, desde ese momento le privó de todo contacto con sus parientes y con los vecinos de la localidad donde vivía hasta entonces.
Además, le hizo creer que padecía un tumor cerebral lo que motivó que el abuelo entregase de forma voluntaria a la acusada 45.000 euros para curarse a la vez que la nieta controlaba toda la medicación que se le suministraba, que guardaba en un armario de la cocina.
"Lo que dice el fiscal es que se le privaba de salir y estar con la gente y eso no es así, porque el trato degradante tiene que ser continuo y causar un daño en la víctima, y en este caso concreto no hay nada probado", ha declarado el letrado de la defensa, José Carlos Botas, tras la vista. Botas ha apuntado que los médicos forenses dicen que no se puede justificar que su defendida hubiese suministrado la medicina "porque estaba toda programada".
Botas ha precisado que, pese a que ella, efectivamente, se quedó con los 45.000 euros, no está acusada de estafa, "porque fue una donación que hizo el abuelo", aunque, de todas formas, la mitad sería de ella por herencia. Por todo ello, el abogado de la defensa pedirá la absolución de su defendida en una segunda vista del caso que se celebrará el próximo miércoles con más testigos y las declaraciones de los forenses.
Por su parte, la Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de trato degradante y solicita para la acusada una condena a un año y nueve meses de prisión y al pago de las costas procesales