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MVT en Acción, dentro de una macrorredada en una discoteca: "Si se mete todo esto esta noche, se muere"
Los detalles La operación ha sido coordinada por los Mossos, apoyados por Guardia Urbana y Policía Nacional. Al final de la noche, el balance "es muy positivo", según el subinspector de la comisaría de Sants, Xavi de Moner. De los 230 identificados, 85 son denunciados por tenencia ilícita de sustancias.

Más de una decena de furgonetas forman el convoy donde hay hasta una ambulancia prevenida. Todo está listo en la comisaría de Sants-Montjuic para que dé comienzo la operación. Es medianoche en Barcelona. La entrada a la discoteca, ubicada cerca de la montaña de Montjuic, está prevista de madrugada, cuando los 'fura', los policías de paisano de los Mossos que llevan varias horas camuflados en el interior del local, den el ok. También pasan desapercibidos para el público los inspectores de trabajo que buscan pruebas de posibles irregularidades.
Las unidades de orden público serán las que irrumpan primero y por sorpresa asegurando la zona. Tras ellos, el resto de policías, también Guardia Urbana, encargada de comprobar que las licencias sean las correctas. ¿El objetivo?, sacar de la circulación las armas prohibidas que puedan portar los asistentes, y la mayor cantidad de droga posible. Ambos objetivos se cumplirán de manera exitosa al final de la noche, pero hasta entonces pasarán varias horas.
La entrada en la discoteca donde se está celebrando una conocida fiesta de música electrónica se produce pasadas las dos de la mañana. El aforo está completo, 250 personas distribuidas en dos plantas que bailan ajenos a lo que está a punto de ocurrir. Tras la entrada, los Mossos ordenan a todos que permanezcan inmóviles y con las manos visibles hasta que en pequeños grupos sean conducidos a la zona de registros, un área especialmente habilitada para ello. Los policías supervisan cualquier movimiento extraño para que nadie pueda deshacerse de sustancias estupefacientes antes de que sean cacheados. Entre el público hay personas extranjeras que han venido exclusivamente a la fiesta, y que no ocultan su malestar por la operación policial que ha dado al traste con ella.
En la zona de registros empiezan a acumularse personas. Cuatro mujeres y un hombre son cacheados de forma concienzuda tras haber sido 'marcados' por uno de los policías de paisano que se encontraban en el local. A las chicas no les encuentran nada, los agentes están seguros de que se han deshecho de la droga, pero al hombre no le ha dado tiempo, lleva la cantidad suficiente de pastillas como para detenerlo por un delito contra la salud pública.
No será el único, a lo largo de la noche 'caerán' otras siete personas más por el mismo motivo lo que obligará a los Mossos a usar una furgoneta especial para el traslado de los detenidos a la comisaría central de detenidos de Les Corts. Son cinco hombres y dos mujeres, una de las cuales asegura que estaba celebrando su cumpleaños y que sólo "quería bailar un poquito". Encima le encuentran 'cristal' y cocaína con un peso que provoca su detención. Mientras, la unidad canina registra la discoteca para asegurar que el local está 'limpio' de droga.
Más de 200 personas fueron cacheadas a lo largo de la noche. A uno de los porteros le encuentran un arma prohibida, una defensa extensible metálica que el hombre asegura llevar encima "porque vivo en el Raval y ya sabes". Asegura que ha sido "un descuido". "He salido corriendo de casa y no me he dado cuenta", pero a los Mossos no les vale esta explicación y proceden a su detención.
Al final de la noche, el balance "es muy positivo", según el subinspector de la comisaría de Sants, Xavi de Moner. De los 230 identificados, 85 son denunciados por tenencia ilícita de sustancias estupefacientes como MDMA, éxtasis líquido, cocaína y ketamina, entre otras. Tras comprobar que en la discoteca ya no hay droga, y que cumple con toda la normativa, licencias y aforo, el resto del público puede volver a su interior para continuar la fiesta.