"Catastrófico". Así define el informe 'Planeta VIVO' de la organización WWF el estado de la vida salvaje en el planeta. En la Tierra. En un lugar en el que, en los últimos 50 años, la fauna vertebrada ha caído en picado. Tal y como cuenta su investigación, en medio siglo han desaparecido siete de cada diez ejemplares de animales libres.

Más concretamente, la "catastrófica caída" que señalan es del 73% de vertebrados. En tan solo 50 años. En el periodo de tiempo que va desde 1970 a 2020. Y eso ha hecho saltar las alarmas en la organización, que exige a los estados del mundo un "enorme esfuerzo" para los próximos cinco años.

"La vida silvestre, más allá de sus límites"

"La naturaleza nos está mandando un SOS. La doble crisis climática y de pérdida de biodiversidad arrastra a la vida silvestre y los ecosistemas más allá de sus límites", cuenta Kristen Schuijt, directora general de WWF Internacional.

Pero no se queda ahí: "Los peligrosos puntos de inflexión globales amenazan con dañar los sistemas que sostienen la vida en la Tierra y desestabilizar nuestras sociedades".

América Latina y el Caribe, las zonas más afectadas

El informe ofrece en detalle qué es lo que está pasando y dónde se sitúan las mayores tasas de extinción. Es en los ríos donde se sitúa el mayor problema. Ahí han desaparecido el 83% de las especies. Les siguen los terrestres, con un 69%. Las criaturas marinas, a la mitad con respecto a lo visto en 1970.

Se observa además una brutal disminución de especies en América Latina y en el Caribe, con un 95%. En África se ha reducido en un 76%, con Asia y Pacífico en un 60%. En cuanto a Europa, Asia Central y América del Norte, el descenso ha sido del 35 y del 39%, respectivamente.

El informe 'Planeta Vivo' analiza la evolución de 35.000 poblaciones de 5.500 especies diferentes en estos 50 años, y denuncia además la deforestación de la selva amazónica además de la destrucción de los arrecifes de coral. Y también el deshielo a gran escala, que provocaría "enormes emisiones de dióxido de carbono".

El cabio climático, "amenaza adicional"

Según cuentan, la degradación y la pérdida de hábitats supone el problema más grave. Tras ella, sobreexplotación, especies invasoras y enfermedades. Y sí, el cambio climático también. "Es una amenaza adicional", señalan, sobre todo, para el Caribe y América Latina.

En ese sentido, advierten del gran riesgo que supone esta disminución: "Cuando una población cae por debajo de un nivel determinado, es posible que no pueda desempeñar su función en el ecosistema. Ya sea en la dispersión de semillas, polinización, pastoreo... y a su vez debilita los beneficios para las personas: desde alimentos a agua limpia, pasando por el almacenamiento del carbono para un clima estable".

Por suerte, el informe destaca alguna que otra buena noticia, como el retorno del bisonte europeo a la Europa Central y el aumento de un 3% de la población de gorilas de montaña en Virunga.