Por todos es sabido que las condiciones laborales en los campos de España son duras, y en una gran parte precarias. Frente a ello, por una mejora digna de la situación, son muchos los que están diciendo "basta" a las exigencias de empresas y patrones para maximizar los beneficios reduciendo costes.
Es el caso de Raúl Nogales, un jornalero de los campos extremeños cuyo discurso, difundido por el historiador Alejandro Sánchez en Twitter y en el que alude a la necesidad de la conciencia obrera, se ha viralizado en las últimas horas por su acción en defensa de sus compañeros; un gesto que, por otro lado, le ha costado el despido, lo que no le ha impedido llamar a los trabajadores a "levantar la voz".
"Me han echado a la calle por culpa de una tijera", ha comenzado relatando Raúl, que ha explicado que dicha tijera es suya, pagada con su dinero, y que la empresa le obligaba a llevarla consigo para trabajar: "Hoy le han echado la bronca a unos compañeros porque uno no tenía y a otro se le ha olvidado".
Por esta razón, ha continuado Raúl, ha "saltado": "No me he podido callar. He dicho: 'Mi tijera la he guardado en la mochila. No sale de la mochila, me tenéis que dar una vosotros, la empresa'". A este gesto, según cuenta, ha respondido el encargado, negándole la posibilidad: "La tijera la tenéis que traer de la casa. Aquí la empresa no da nada".
Raúl, según sigue detallando en el vídeo, ha insistido: "Mi tijera no sale de la mochila". Por esta razón, le han mandado "para casa": "Y despedido estoy". Pero, para este trabajador de los campos extremeños, la historia importante de este hecho "no es esa".
"La historia es que, en el campo extremeño, o solucionamos nosotros los problemas, los que sudamos ahí, o nadie lo va a solucionar. No va a venir un grupo inversor a sacarnos las castañas del fuego", ha denunciado Raúl, que ha hecho un llamamiento para que los trabajadores "levanten la voz y se quejen".
"A lo mejor no conseguimos nada, pero a lo mejor sí", ha concluido Raúl, añadiendo: "Parece una tontería lo de la tijera. Hay 700 cosas peores, pero hay que quejarse. Puede que en unos años nos den tijeras, e incluso vivamos mejor".