Los vecinos de San Miguel de Oiga, en Vigo, y varios grupos de ecologistas se han manifestado en la mañana de este sábado para pedir el libre acceso a la isla da Toralla, situada en Vigo, Galicia. Un reclamo que llevan haciendo desde el 2018, ya que el acceso a la isla, que se realiza a través de una única carretera construida sobre el mar, es exclusivo para residentes.

Además, para que nadie se salte la barrera, la isla cuenta con una garita de seguridad para el control de acceso y vigilancia las 24 horas del día. Unas restricciones de las que están hartos los vecinos de la zona. "Tenemos derecho a una senda litoral para visitar la isla cuando nos apetezca", manifiesta, indignado, uno de ellos.

Esta urbanización se construyó en 1965 coincidiendo con la época del pelotazo del ladrillo. Desde ese momento, la isla dejó de ser pública debido a una concesión privada que durará, todavía 40 años más, al menos que se llegue a un acuerdo. La isla da Toralla vive una comunidad de unos 300 propietarios. Ellos gestionan tanto el puente como los terrenos comunes.

Sin embargo, el resto de vecinos señalan que incumplen la normativa. "No cumplen la ley de costas, no permite el paso alrededor de la isla ni que la gente pase por el dominio público marítimo terrestre", denuncia Manuel Satos, Coordinador Greenpeace Galicia.

En sus apenas cinco hectáreas se han construido un edificio de 21 plantas y 30 chalés de lujo, también hay dos playas, aunque algunos afirman que son de libre acceso. "Yo no tengo propiedad en Toralla y vengo a la playa", asegura una mujer.

Unas protestas que pueden durar un siglo entero, porque la concesión privada no acaba hasta el año 2064. Pero los vecinos no cesan en la que consideran toda una operación de reconquista.