Las aguas siguen revueltas entre las monjas de Belorado. El último capítulo ha sido el abandono de la exabadesa María Teresa Roca, más conocida como Sor Paz. La que fuera vicaria del Monasterio de Belorado habría huido de la comunidad hace ya unas semanas por desavenencias con la exabadesa Laura García de Viedma.

Sor Paz era la vicaria de la congregación, la número dos tras la abadesa y, si todo hubiese seguido su curso normal, podría haber acabado ocupando ese puesto, el más alto, en poco tiempo.

También fue una de las denunciantes que acudió a los Juzgados de Burgos a interponer una demanda contra el arzobispo de la ciudad, Mario Iceta, nombrado por el Vaticano para resolver, o al menos intentarlo, el cismacon las monjas.

Pero ella no ha sido la única en marcharse: también les ha dicho adiós Rodrigo Ribeiro Da Silva, el nuevo supuesto obispo que llegó desde Brasil para hacerse cargo de la dirección espiritual tras la salida de su antecesor, el falso obispo Pablo de Rojas. ¿Sus motivos? El panorama poco alentador y el futuro incierto de la comunidad, porque estas monjas viven días críticos.

Y es que, cuatro meses después de que estallara el caso y tras encadenar una larga lista de impagos, podrían acabar fuera del Monasterio porque hace poco más de un mes el propio arzobispo de Burgos presentó una solicitud de desahucio que podría marcar el siguiente capítulo de esta historia.