Al menos ocho personas han muerto y más de 40 han resultado heridas este martes en Florida tras un accidente que involucró a un autobús que transportaba a trabajadores agrícolas y una camioneta cuyo conductor ha sido arrestado, según ha informado la Patrulla de Carreteras estatal (FHP). El detenido está acusado de homicidio involuntario y de conducir bajo los efectos del alcohol.
En concreto, el hombre, identificado como Bryan Maclean Howard, que manejaba la camioneta Ford que se estrelló contra el autobús, ha sido acusado de ocho cargos de homicidio involuntario, según ha informado la FHP en un comunicado. Las ocho víctimas mortales son trabajadores mexicanos agrícolas, según ha confirmado la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, que ha señalado asimismo que "de 44 accidentados, siete están hospitalizados".
El siniestro se produjo poco antes de las 06:40, hora local, cuando unos 53 trabajadores viajaban en un autobús de 2010 en la carretera más importante del condado de Marion rumbo a la granja Cannon Farms, especializada en cultivo de sandías. De acuerdo con la Patrulla de Carreteras, el autobús chocó de lado con una camioneta que venía por el carril contrario. Como resultado, se salió de la carretera, atravesó una valla y volcó de costado, según las autoridades.
Imágenes del canal 'Fox' muestran el autobús volcado al lado de una cerca de madera y árboles, con considerables daños en su chasis. La FHP confirmó la muerte de ocho personas y señaló que unas 40 más fueron trasladadas a centros médicos. Las autoridades señalaron que la mayoría de los trabajadores agrícolas que viajaban en el autobús eran migrantes.
Por su parte, Cannon Farms indicó en un mensaje de Facebook que permanecería cerrada este martes debido al accidente. "Estaremos cerrados hoy por respeto a las pérdidas y lesiones sufridas esta mañana temprano en el accidente", asegura el comunicado.
Colapso de una pasarela
Educación afirma que el colegio de Massanassa no estaba catalogado en riesgo de colapsar
José Antonio Rovira, conseller de Educación valenciano, niega que el colegio de Massanassa estuviese "calificado como centro que podía colapsar", pero sí estaba "clasificado como rojo" por los graves daños que había sufrido su estructura.