Jamás abría las ventanas y ni siquiera de noche se veía luz en el interior de la masía donde se ocultaba Carlos Navarro, más conocido como 'El Yoyas', condenado por violencia machista y detenido ahora tras 19 meses huido de la Justicia. Durante este tiempo fugado, según creen los Mossos d'Esquadra y la Policía, ha ido cambiando de ubicación.

Sin embargo, finalmente una treintena de agentes apoyados por drones irrumpían a primera hora de este miércoles en su escondite, tras una operación jaula meticulosamente planeada para que no se les escapara. El juez ya le ha enviado a prisión.

Los agentes se lo han encontrado con el pelo largo y muy delgado y demacrado. "Se ha ido desplazando a veces incluso a casas de conocidos, finalmente parece ser que la casa donde se le ha pillado es una casa rural, una masía", explica Toni Castejón, portavoz sindical de Mossos, que incide que "incluso había momentos en que él estaba metido en un bosque, escondido".

Los agentes llevaban semanas vigilando la masía y esperando a hacer contacto visual para conseguir la orden del juez y detenerle. "Nunca he podido apoyar que no se cumpliera y esperara las resoluciones Carlos en prisión y ahora será muy difícil que antes de cinco años pueda salir", reconoce Esteban Gómez, abogado de 'El Yoyas'.

Hasta ahora había conseguido ocultarse como pocos fugitivos. Según fuentes policiales, era extremadamente cuidadoso y se había construido una especie de búnker del que no salía para nada: había colocado lonas oscuras en las ventanas, nunca subía las persianas y el interior estaba lleno de suciedad y basura.

Durante este tiempo, sin embargo, alguien ha estado protegiéndole, proporcionándole víveres. Si se demuestra que ha habido encubrimiento, podrían enfrentarse a tres años de prisión.

Su exmujer Fayna ha emitido un comunicado mostrando su alivio tras la detención y su profundo agradecimiento por todo el apoyo recibido en este tiempo. Ahora por fin puede descansar: su maltratador hoy dormirá en prisión.