El Open Arms ya es visible desde la costa de Lampedusa. Después de que un tribunal levantara excepcionalmente el decreto de Salvini que se lo impedía, el barco ya está en aguas italianas. Pero la travesía no ha sido fácil. Y no sólo por el temporal del que intentaban resguardarse. Aseguran que patrulleros italianos han acosado al Open Arms dificultándoles el paso.
Los 147 migrantes que quedan a bordo todavía no pueden desembarcar. No tienen puerto. Es el Gobierno italiano quien debe asignárselo y Matteo Salvini no está por la labor. "Hay un plan para volver a abrir los puertos italiano y convertir Italia en el campo de los refugiados de Europa", comenta.
El ministro del Interior ha firmado una nueva prohibición para que el Open Arms no pueda permanecer en aguas italianas, desoyendo a la Justicia de su propio país y a quienes le transmiten lo que él no quiere ver. Como el actor Richard Gere, que desde allí ha reconocido que ha hablado con Pedro Sánchez. "Creo en la bondad y él lo está viendo desde un punto de vista político, no humanitario", asegura.
Las circunstancias dentro del barco siguen siendo desesperadas. El mal tiempo ha provocado mareos, la falta de espacio peleas. Richard Gere lo compara como un edificio en llamas. "Esta pobre gente ha estado traumatizada en África y queremos salvarles de ese edificio en llamas", asegura.
Dos semanas después los 147 migrantes están a menos de un kilómetro de tierra, pero sin un puerto que los reciba. Todavía no pueden despertar de esta pesadilla.