El barco de la ONG Proactiva Open Arms ha rescatado a otros 39 migrantes de madrugada, cerca de Lampedusa. Con ellos, son ya 160 las personas rescatadas a bordo del Open Arms, que lleva nueve largas noches esperando puerto seguro y la situación se vuelve desesperada. La ONG ha denunciado que Malta sólo se ha ofrecido a recoger a los últimos rescatados.
"Si las autoridades maltesas no pueden evacuar a todos, esperaremos a la evacuación final", ha anunciado Óscar Camps, fundador de 'Proactiva Open Arms'. El ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, por su parte, se ha reafirmado en su negativa al desembarco de los migrantes y ha señalado a España, ironizando sobre que los migrantes ya podrían haber llegado a nuestro país después del tiempo de espera.
"En ocho días, este barco va y vuelve de Ibiza y Formentera hasta tres veces. ¿Por qué estos pobres inmigrantes no pueden ser llevados a Ibiza y Formentera? Al menos así aprovechan y se divierten", ha manifestado Salvini. El ejecutivo español insiste en que, según la legislación, el desembarco debe hacerse en el puerto más cercano; en este caso, el de Lampedusa.
"Los puertos más seguros y cercanos deben recibir a la tripulación en riesgo", ha sentenciado la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá. Sin embargo, Italia se niega. Además, Salvini ya amenazó al Open Arms con requisarles el barco y con multas que podrían ascender al millón de euros sin entran sin permiso en puerto italiano.
El Mediterráneo central se ha convertido en la ruta migratoria más mortal del mundo. Según la Organización Internacional para las Migraciones, en ella han muerto 578 personas en lo que va de año. Los que consiguen sobrevivir esperan a la deriva un puerto que les acoja.
Salvini acusa a Open Arms de buscar una "provocación política" por querer desembarcar a los migrantes en Italia
Piden una regulación estricta
La lucha de los ludópatas por prohibir las tragaperras en los bares: "Un café te puede costar 300 o 400 euros"
Los detalles Más de 15.000 personas han firmado una petición para regular el acceso a las máquinas de juego en bares y cafeterías, que son el punto de entrada de muchos menores al juego y ponen en peligro el tratamiento de los adictos que se autoexcluyen.