Las orcas 'gladis' vuelven a hacer estragos en el estrecho de Gibraltar. Tras un 2024 donde estos cetáceos no habían provocado daños en barcos que surcaban la zona, Salvamento Marítimo notificó que el pasado 12 de mayo el navío Alborán Cognac, comandado por dos tripulantes, solicitó la evacuación tras sufrir varios golpes a 14 millas del cabo Espartel. Según lo que informa la entidad, el suceso transcurrió en aguas marroquíes dejando la embarcación en mal estado. Los propios protagonistas indicaron que notaron golpes en el casco, los cuales causaron daños en el timón y una entrada de agua en el velero.
Tras la notificación de Salvamento Marítimo, las autoridades avisaron a Marruecos para que trataran de rescatar a los afectados del ataque de la orca 'gladis', la especie registradas en las aguas de la península. Para ello, se pidió a los dos tripulantes que se colocaran los chalecos salvavidas y que pusieran en marcha la 'Automatic Identification System' (AIS), un sistema que transmite la posición del navio, tal y como indica 'El País'.
Pasada una hora tras el primer aviso de alerta, los dos navegantes llegaron a la costa marroquí sanos y a salvo. Acto seguido, fueron trasladados hasta Gibraltar sin el velero, ya que tras el incidente se hundió debido a la vía de agua en el casco del barco provocada por los los golpes del cetáceo.
Siete naufragios desde 2020
¿Son tan habituales los ataques de orcas 'gladis' a barcos y veleros en el estrecho de Gibraltar? Los informes revelan que entre el norte de la Península Ibérica y el estrecho de Gibraltar habitan un total de 37 cetáceos de esta especie. Gracias a las investigaciones del Grupo de Trabajo de Orca Atlántica (GTOA), una organización destinada al estudio, conservación y gestión de dicho animal dentro de las aguas españolas, apuntan que desde el año 2020 se han registrado un total de 673 interacciones de barcos con los cetáceos. Aunque el estudio recalca que no todos estos contactos han desembocado en naufragios o daños graves: "Se sabe que en el 40% de los casos, las embarcaciones con las que interactuaron no tuvieron consecuencias, daños o perjuicios".
A pesar de los incidentes del pasado domingo, GTOA asevera que "entre los que presentaban daños (50% de los casos), el 60% eran daños menores y, aunque de distinta naturaleza, en ningún caso impedían la navegación". En el otro 40% de los casos, los daños o averías sí que se consideraron graves, es decir, impidieron la navegación y tuvieron que ser remolcados. Dentro de los daños, se incluyeron roturas de timón, que son los casos más graves en cuanto a daños; desviación del eje o averías de instrumental interno que impedían el normal giro del timón y, por tanto, la maniobrabilidad del barco.
"Si estimamos el número de daños graves en relación al total de registros (avistamientos e interacciones), los daños graves, es decir, los que impiden la navegación, suponen solo el 14% del total de registros en los dos años, alcanzando el 15% en 2021, un porcentaje que se ve incrementado por un mayor número de interacciones, pero menos avistamientos", manifiesta GTOA.
Dichos ataques no se categorizan dentro de unos actos intencionados por parte de las orcas 'gladis'. Es más, los propios expertos señalan que los cetáceos lo toman como un 'juego'; sin embargo, las consecuencias son más que evidentes. El primer naufragio rastreado tasa de mayo de 2020, un primer acontecimiento que se ha repetido hasta un total de siete veces siendo los afectados cinco veleros y dos lanchas de pesca marroquíes. Para terminar, la GTOA concluye que las embarcaciones preferidas de las 15 orcas que habitan en el estrecho de Gibraltar son los veleros tanto monocascos (72%) como catamaranes (14%), de un tamaño medio de 12 metros, aunque también se observan interacciones con lanchas a motor (6%), semirrígidas (5%) y pesqueros (3%).
Su familia ha interpuesto una denuncia
Un menor de 13 años, en el hospital tras recibir una paliza a la salida de un instituto de Granada
Un estudiante del mismo centro educativo le zancadilleó a las puertas del centro y comenzó a patearle. Fuera, continuó increpando al joven y golpeándole ante la mirada de las madres y de los padres que allí esperaban.