Este domingo, la tensión alcanzó su punto máximo en Castillejos, en la frontera con Ceuta, cuando alrededor de 400 personas intentaron cruzar en dos ocasiones. La ofensiva, organizada a través de redes sociales y preparada con antelación, reunió a migrantes desesperados por alcanzar suelo español, muchos dispuestos a arriesgar sus vidas.
El despliegue policial marroquí, el mayor que se ha visto en la zona, impidió los intentos de cruce. Más de 7.000 agentes, entre la gendarmería y el ejército, fueron desplegados en el lugar, haciendo frente a los migrantes que levantaron barricadas y lanzaron piedras. Las fuerzas marroquíes respondieron con cargas, gases lacrimógenos y porras, transformando Castillejos en un campo de batalla que duró casi 24 horas.
El saldo de la jornada: varios policías y migrantes heridos, una batalla campal que dejó una estela de violencia y caos en la ciudad fronteriza. Trágicamente, un joven perdió la vida al intentar cruzar a Ceuta a nado. Otros detenidos, muchos de ellos heridos, fueron recluidos en containers durante la noche. Entre ellos, varios menores que, aunque asustados, recibieron la protección y consuelo de algunos agentes.
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Los altercados han generado una amplia cobertura en los medios locales, mientras las autoridades marroquíes continúan con un control férreo en la frontera, evitando que la situación se repita.
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