La policía del franquismo tenía las órdenes claras con los gays, que eran uno de sus objetivos por la ley de "vagos y maleantes". Según esta ley, si eras "homosexual", podías acabar detenido.
Para las leyes de entonces, ser gay era lo mismo que ser un "proxeneta", un "mendigo profesional" o un "enfermo mental" porque todos ellos "ofendían la sana moral de nuestro país" y eran "sujetos caídos al más bajo nivel moral", es decir, "vagos y maleantes".
Hablamos con Elianne, que pasó cuatro veces por la cárcel, la primera de ellas a finales de la década de los 60. "Éramos los afeminados, los depravados y hasta los violadores de niños", nos cuenta.
La única respuesta que le daban cada vez que le enviaban a prisión era un golpe o un insulto. Cada vez que le detenían era enviado a la cárcel de Carabanchel, en Madrid, a una galería que los agentes llamaban 'el palomar'.
El miedo acompañaba a diario a Elianne y a miles de personas no heterosexuales. Muchos no salían de casa y otros esperaban a viajar fuera de España para liberarse.

Agresión machista
Isabel, la heroína de Paiporta que salvó con una pala a una mujer apuñalada por su expareja en plena calle
Los detalles Isabel relata que cogió una pala que tenía en casa para limpiar tras la catástrofe de la DANA del pasado 29 de octubre y se enfrentó al presunto agresor, ayudando a que la víctima huyera.