"Yo en este momento acabo de cumplir 74 años, me visibilicé como mujer lesbiana con 31 años", cuenta Rosa Arauzo, activista LGTBI. Lo hizo en 1978 al inicio de la Transición.
Ella misma relata lo que le ocurrió entonces: "Salgo a la calle a ver a mis amigos, a mi gente, y a contarles que estoy con una mujer y me encuentro que la mayoría de mis amigos de toda la vida me cierran la puerta porque consideran que estoy loca".
Lleva casi 60 años luchando por los derechos del colectivo: "Es una manera de vivir".
Este año, el orgullo se lo reconoce como a tantos otros mayores LGTBI. "Fue elegido como el año de la memoria histórica y el año de los mayores LGTBI para reconocer a todos los activistas y a todas las personas que vivieron antes que nosotros", sostiene Miriam Gijarro, coordinador de cultura de la FELGTB.
Alfonso Lara, de 57 años, también hizo pública su orientación sexual a finales de los 70: "Fue relativamente fácil decir que era gay y muy difícil asumirlo. Entonces ser gay significaba estar en la oscuridad el resto de tu vida".
A pesar de la LGTBIfobia, todavía latente en la sociedad, no tienen nada que ver, dice, visibilizarse como persona LGTBI ahora con aquel momento. "Durante esa etapa de Transición recuerdo que nos paraban para hacernos cantar el 'Cara al Sol', ser gay era algo bastante negativo, un mundo para vivir en los márgenes", sostiene.
Atrás quedan aquellos años, dice Alfonso, en los que tu identidad de género u orientación sexual te convertían en ciudadanos de segunda. "Ya no somos los mismos y nunca más vamos a volver a ese espacio", insiste Alfonso.
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