Con muchas dificultades para expresarse por la conmoción, el padre del joven de 23 años apalizado en Amorebieta (Vizcaya) ha asegurado que es optimista por el estado del chico y confía en su fuerza y juventud para que salga adelante.
"Le han operado ayer y ahora... Esperamos", ha asegurado totalmente abatido a las puertas del Hospital de Cruces (Barakaldo, Vizcaya) donde se encuentra hospitalizado su hijo y ha sido intervenido en dos ocasiones.
Ya son ocho los detenidos por la brutal agresión al joven, que ahora se debate entre la vida y la muerte.