El pequeño Joey Watts nació con la enfermedad de estenosis supravalvular aórtica, un defecto cardíaco que hace que el vaso sanguíneo que transporta la sangre desde el corazón al resto del cuerpo sea más estrecho de lo normal.
Con seis años, Joey tuvo que ser sometido a una operación a corazón abierto de riesgo para poder ensanchar su vaso sanguíneo y tras la cirugía le quedó una cicatriz de nueve centímetros en el centro de su pecho.
Su padre, en un acto de amor y en homenaje a su hijo, pidió que le hiciesen un tatuaje en forma de cicatriz, igual a la que le había quedado a su pequeño.
"Le hemos dicho que debería de ser algo de lo que sentirse orgulloso y no avergonzado. Todos los guerreros tienen que estar orgullosos de sus cicatrices y de todo lo que logran en la vida", explicó el padre al 'Daily Mail'.
Las razones
El inesperado giro de la investigación del kayakista desaparecido en agosto: fingió su muerte y huyó del país para cobrar un seguro de vida
El kayakista Ryan Borgwardt, desaparecido en agosto de este año, no estaba muerto. Según han descubierto los investigadores, el hombre había contratado un seguro de vida y decidió fingir su muerte para cobrarlo. Esta es la historia de película.