La tensión entre el Opus Dei y el Obispado de Barbastro, en Huesca, ha alcanzado un nuevo nivel, ya que el papa Francisco ha decidido tomar las riendas del conflicto que les enfrenta. Este litigio, que se ha prolongado durante años, gira en torno a la gestión del santuario de Torreciudad, un importante lugar de peregrinación que atrae anualmente alrededor de 200.000 visitantes y genera ingresos significativos.
El emblemático santuario, inaugurado en 1975, es un símbolo para el Opus Dei, y su control económico es motivo de controversia. Según el periodista Jesús Bastante, "hay un conflicto de intereses… Es un conflicto económico y de poder que supone mucho dinero". A raíz de esta situación, la Santa Sede ha decidido intervenir de manera decisiva.
El papa ha nombrado a Alejandro Arellano como comisario pontificio plenipotenciario, quien asumirá el control y tomará las decisiones relacionadas con Torreciudad. Este nombramiento ha sido comunicado oficialmente, y se espera que Arellano resuelva el conflicto que ha mantenido a ambas partes en desacuerdo durante tanto tiempo.
Por su parte, el Opus Dei ha emitido un comunicado en el que se compromete a colaborar en todo lo necesario para facilitar la transición de gestión. Sin embargo, esta no es la única cuestión problemática para la organización religiosa, que también enfrenta la revisión de sus estatutos por parte del Vaticano. Jesús Bastante señala que "probablemente dejen de considerarlo la única prelatura personal del mundo y lo asemejen a una asociación clerical".