Los turistas de un vuelo de Ryanair estuvieron atrapados en suelo español durante cinco horas a bordo de un avión que salía de Lanzarote hacia Edimburgo, según recoge el diario británico 'Mirror'.
Cuando finalmente el avión despegó, tuvo que desviarse a Burdeos porque la tripulación había excedido las horas máximas de trabajo. La odisea duró un total de 12 horas: el avión tenía que partir desde la isla a las 11:20 horas de la mañana pero aterrizó a las 11:30 horas de la noche en Edimburgo.
En medio de la desesperación y el "calor abrasador" que sufrieron los pasajeros en el interior del avión, el enfado se hizo aún mayor cuando les obligaron a pagar tres euros por el agua que consumieron a bordo. También tuvieron que pagar por la comida. Varios pasajeros denunciaron la situación a través de las redes sociales.
Según explica otro pasajero, solo cuando llegaron Burdeos, nueve horas después, les ofrecieron agua gratis: "Entendemos que estas cosas pasan a veces, pero se gestionó de una manera muy mala".
Un portavoz de Ryanair pidió disculpas y aclaró que el avión había sufrido el gran retraso a causa del clima adverso en Lanzarote. En el exterior del avión las temperaturas eran de 30ºC.