Ante la inminente ola de calor que ha llegado a la península ibérica y que dejará altas temperaturas en prácticamente en toda España, las diferentes autoridades locales han pedido a la ciudadanía que tengan cuidado a la hora de salir a la calle y que eviten las horas donde el riesgo es mayor.

El coche es otro de los factores que debemos tener en cuenta cuando llega una ola de calor. Y es que hay varios riesgos que corremos cuando manejamos con los termómetros marcando cifras récord. Entre ellas, la peor de todas es la somnolencia.

Una sensación que se vuelve extrema si dentro del coche la temperatura ronda los 35 grados, que es cuando dejamos de percibir el 20% de las señales y crece en un 30% el riesgo de cometer errores al volante

Con mucho calor, los talleres multiplican su actividad. Los motores, por ejemplo, fallan más al recalentarse por la evaporación del líquido anticongelante. Se revientan más neumáticos porque aumenta la temperatura del asfalto, el vehículo frena peor porque el líquido de frenos también se gasta antes y los cuadros eléctricos fallan con más facilidad.

El mejor remedio es de sentido común, el del aire acondicionado a tope y, aunque dé pereza, el del parasol. Además, es importante no arrancar el coche hasta que lo tengamos con una temperatura adecuada. Y especial cuidado con los coches eléctricos e híbridos porque sus baterías son más sensibles al frío y al calor