Parece una fina capa de nieve, pero no lo es, son metales pesados. Los vecinos de Llano del Beal no se cansan de denunciarlo. La actividad minera cesó hace casi tres décadas pero las empresas no sellaron sus residuos químicos y cada vez que hay humedad afloran una multitud de metales pesados.
Las sales que afloran de debajo de la tierra son sulfatos de diferentes materiales pesados que en contacto con el agua se convierten en ácido sulfúrico y devoran todo lo que se encuentran a su paso.
Elementos que ponen en riesgo la salud de las personas: "Es raro que los que formamos la plataforma no tengamos un familiar con alzhéimer, con Parkinson, cáncer o insuficiencia renal" explica Juan Ortuño, presidente de la Plataforma de Afectados por los Metales Pesados.
Los vecinos denuncian que las montañas de residuos químicos están junto al colegio del Llano y que llegan hasta la puerta: "Estas valsas mineras nos están matando, nos están envenenado" asegura Ortuño.
Piden a la administración que tome cartas en el asunto. Mientras tanto, a parte de los efectos sobre la salud del Llano, hay que sumar los ecológicos, porque todos estos residuos siguen desembocando en el Mar Menor.

En la CA-643
Luto en Vallecas tras la muerte de cuatro jóvenes en un accidente de coche en Cantabria: "Eran muy buenos niños"
El contexto Los cuatro amigos, dos mujeres y dos hombres de 21 años, fallecieron después de que el coche en el viajaban por la CA-643 se saliera de la vía y se despeñara por una ladera de cerca de 200 metros de altura.