Tu mascota y tú habláis el mismo lenguaje. Tus gestos son para ella un código de comunicación que puede comprender como si de un humano se tratara. Un estudio del Centro de Cognición Canina de Arizona (EE.UU.), bajo la firma de la doctora Emily Bray, ha confirmado que los perros poseen una tendencia genética natural a entender a los humanos, forjando un verdadero vínculo con sus dueños. A esta conclusión llega el estudio, publicado la pasada semana en la revista de divulgación científica Current Biology. En el informe se narra cómo esta disposición genética de los cachorros de perro les permite entender a los humanos, haciendo hincapié en las destrezas comunicativas de estos animales.
Tras observar el comportamiento de cachorros de golden retriever y labrador, comprobó que sendos disfrutaban con los experimentos efectuados. Esta realidad se puso de relieve cuando, al seleccionar a una de las crías para ser transportada a la sala de ejercicios, todos se empujaban buscando ser escogidos.
Las conclusiones del estudio, recogido en la revista de divulgación científica Current Biology, desvelan que esta capacidad innata para entender a los humanos es un habilidad genética, fácilmente heredable entre los cachorros y sus progenitores. Según concluyen los expertos del Centro de Cognición Canina de Arizona, estos hallazgos generan la prueba de que un elevado porcentaje, en materia cognitiva, no depende de la crianza o de la educación proporcionada por los dueños.
El estudio, trabajado con una muestra de 375 cachorros, registra una pauta en el comportamiento de los perritos: la mayoría logró encontrar alimentos escondidos siguiendo la señal de un humano hasta la ubicación escogida. Del mismo modo, fueron muchos los que miraron a los científicos cuando les hablaban durante más de seis segundos. Sendas habilidades reflejaron, por primera vez, que estas crías poseen la capacidad genética de interactuar y comprender a los humanos, valiéndose de señales no verbales.
El hecho de que los cachorros no emplearan el olfato para hallar la comida demostró que la capacidad comunicativa es un recurso básico para estos animales. La doctora Bray sostiene que el 43% de la variación que se aprecia en la capacidad de seguimiento de puntos, sumado al comportamiento de la mirada, responde a factores genéticos. Las altas cifras son semejantes a la heredabilidad de la inteligencia en la especie humana.
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Todo parece indicar que los perros están preparados biológicamente para comunicarse con las personas. A lo largo de su evolución, los perros domésticos han adquirido destrezas para reconocer las señales de sus dueños desde edades tempranas. Una relación que involucra el apego y resulta muy semejante al vínculo establecido entre padres e hijos humanos.
