Los pescadores de Barbate, Algeciras y otras localidades de la costa gaditana enfrentan una crisis sin precedentes. Cada vez que lanzan sus redes al mar, regresan con toneladas de alga asiática invasora en lugar del pescado que solía ser abundante en estas aguas. La situación es tan crítica que algunos estiman pérdidas de hasta millón y medio de euros al año, un golpe devastador para la economía local.

Nicolás Fernández, representante de la organización de productores pesqueros artesanales de Conil, describe la situación como desesperada: "Todos los días tenemos barcos que vienen cargados de algas, y encima de todo, no hay pesca". El alga asiática no solo desplaza a las especies marinas autóctonas, sino que también altera completamente el ecosistema. "Coloniza todo el fondo y donde lo coloniza deja de haber especies", advierte Fernández.

El peso y la densidad de estas algas son tales que rompen las redes, causando daños adicionales y aumentando los costos operativos. Daniel Burgos, patrón de un barco pesquero, relata: "Las algas hacen un boquete en la red y ya tienes que desarmarla". Estos daños se traducen en pérdidas que los pescadores no pueden asumir. Antonio Alba, armador, lamenta: "Perdí un arte entero que son 2.000 euros. ¿Cómo recupero yo eso?".

La amenaza es tan grande que cada vez menos barcos se atreven a salir al mar. Según Burgos, "hoy el 60% de la flota no ha salido por miedo". La situación empeora con la disminución de las áreas disponibles por la pesca. "El espacio supone menos de un 10% de lo que había", indica Fernández.

Los pescadores piden desesperadamente ayudas económicas a la Junta de Andalucía y al Gobierno central. Antonio Alba ruega: "Necesitamos alguna solución porque ya no podemos más". Además, exigen mayores cuotas de pesca, especialmente de especies como el atún rojo, para asegurar la supervivencia del sector. "Al gobierno le pedimos posibilidades de pesca... cuota de atún rojo", clama otro pescador, subrayando la necesidad de un futuro sostenible para sus familias.