Autolesionándose la espalda hasta sangrar culminan su penitencia. Aunque parezca una escena de película, se trata de la Cofradía de la Santa Veracruz de San Vicente, comúnmente conocidos como "Picaos"

Estos religiosos se golpean de forma completamente voluntaria. Parte de esta promesa supone caminar descalzos, algunos de ellos con cadenas en los pies para potenciar el sufrimiento.

"Son personas normales que hacen un voto, una promesa y como consecuencia de esa promesa vienen a disciplinarse", explica José Ramón Eguiluz, miembro de la cofradía.

Para participar hay que ser mayor de edad, varón y disponer de un certificado del párroco que acredite su fe. Y ante algo tan llamativo, se ha convertido en recorrido que atrae visitantes de toda España.

Esta es la única penitencia de autolesión que queda en el país. Una celebración de Interés Turístico Nacional desde 2005.