No fue una borrasca cualquiera, el 11 de diciembre Ana provocó olas, inundaciones y destrozos. Despedimos el año innovando, bautizando por primera vez a dos temporales. Pero es que 2017 ya comenzó siendo extraordinario: en Enero llegamos en trineo a la playa de Denia.

Hacía 30 años que no se hacían muñecos de nieve en vez de castillos de arena en Levante. El tiempo se propuso dejar huella y la primera ola de calor no esperó ni a verano: nos abrasó la semana del 14 de junio con 44 grados en Córdoba.

Una profunda borrasca bajo el nombre de "Bruno" se aproxima desde el Atlántico

Entonces, la ciudad de la mezquita quiso más y en julio alcanzó la temperatura más alta registrada en España: 46,9 grados. Mucho calor y falta de lluvias que nos ha dejado el otoño más seco del siglo, con embalses en niveles críticos.

"El invierno fue seco, la primavera fue seca, pero sobre todo la situación más dramática se vivió en otoño cuando llovió un 59% menos de lo habitual", explica Adrián Cordero, meteorólogo de laSexta.

nieve y agua

Una auténtica bomba que agravó el desastre de los incendios que arrasaron más de 35.000 hectáreas en Galicia, calcinando el alma de todo el país. El paso del huracán Ophelia, rozando Galicia, tampoco ayudó a frenar las llamas.

Un fuego que nos ha pegado con fuerza: es el peor año de la década con más de 174 mil hectáreas calcinadas. Sin contar diciembre, el conjunto de los 11 primeros meses del año ha sido el más cálido desde que hay registros.