Mari Mar Lizama se prepara para un crudo invierno, también dentro de casa. Vive sola con sus dos hijos adolescentes, cocinando lo justo, apagando luces y evitando poner lavadoras entre semana. "Solo tenemos una estufa en el salón y otra en el cuarto de baño para ducharnos. Y la lavadora intento ponerla el fin de semana para que mi hija, que va al instituto, el lunes tenga la ropa limpia", cuenta a la Sexta.
La mujer trabaja media jornada y con 700 euros al mes las cuentas no cuadran: "Mis hijos tienen que comer, por lo que entre pagar facturas y que mis hijos coman, elijo lo segundo, por lo que no pago las facturas, y estas se van acumulando, afirma Mari Mar Lizama, víctima de la pobreza energética. Precisamente, estas facturas asfixian a miles de familias en España que están condenadas a sufrir pobreza energética.
Rodrigo Hernández, portavoz de 'Save the Children' señala que "el 16% de las familias españoles sufre pobreza energética". "En el caso de las familias monoparentales, la situación es peor. Estaríamos hablando de que una de cada cinco familias en España la sufren", lamenta Hernández.
En talleres organizados por Cruz Roja en Gandía, Valencia, enseñan a interpretar la factura de la luz y poder ahorrar. Allí las aulas cada vez están más llenas. "Tenemos 70 personas, cuando antes atendíamos a la mitad", indica Iván Calado, de Cruz Roja Gandía, mientras que Eva Tarrasó, miembro de la mima institución destaca: "Si para nosotros el mundo de la luz es desconocido, imagínate para personas que a lo mejor centran su atención em sobrevivir". Al finalizar el taller, se les entrega un kit personalizado para que puedan ahorrar en el consumo.
Letizia, que tiene tres niños pequeños que alimentar y un alquiler que pagar, también sufre pobreza energética. Y es que un gesto cotidiano como es el encender la calefacción es un lujo para muchas familias que tendrán que pasar el invierno en penumbra.
Su familia ha interpuesto una denuncia
Un menor de 13 años, en el hospital tras recibir una paliza a la salida de un instituto de Granada
Un estudiante del mismo centro educativo le zancadilleó a las puertas del centro y comenzó a patearle. Fuera, continuó increpando al joven y golpeándole ante la mirada de las madres y de los padres que allí esperaban.