De poner cimientos a serlo: los migrantes sustentan el sector de la construcción en el que los españoles no quieren trabajar

Empresas que no podrían funcionar, obras que no se podrían terminar o trabajos para los que son necesarios. Son solo tres casos que rechazan los argumentos contra la migración, lamentablemente, tan escuchados como "vienen a España a robarnos" o "todas las ayudas son para ellos". La campaña de laSexta 'Sin ellos' -que emula una serie de videos viralizados en Alemania- se adentra en el sector de la construcción.

Ámbito en el que un 20% de los trabajadores son migrantes, en concreto, 275.000 en el año 2024 suponiendo un 10% más que los cifrados en el año previo. Un ascenso insuficiente, puesto que se precisarían de forma inmediata hasta 700.000 trabajadores más. Es por eso que sus incorporaciones a este tipo labores se miran con muy buenos ojos.

"Necesitamos más", reafirma a laSexta el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Pedro Fernández Alén, quien asegura que en el sector se está "viendo cómo incorporar migrantes irregulares que están en España". Por ejemplo, mediante la regularización "a través de la formación", es decir, "que reciban una formación y con esa formación se demuestre el arraigo que tienen en nuestra sociedad".

"Los salarios a veces no compensan con todo lo que tienes que trabajar"

Entonces, ¿por qué migrantes irregulares y no españoles? Interrogante cuya respuesta tiene clara Raúl Ruiz Rubio, director general de Fontanería y Reformas Rubio: "Los trabajos que hacemos ahora mismo la gente de aquí no quiere hacerlos". Prueba de ello, es también el testimonio de Roberto de Castro, propietario de Refcon Alicante, quien asegura que "más o menos en la obra" han "tenido tres ejemplos de españoles que han durado medio día". Situación que provoca "pena", puesto que, además, se trataba de "gente joven".

En definitiva, los españoles ya no quieren trabajar en el obra. Quizás porque "los salarios a veces no compensan con todo lo que tú tienes que trabajar", explica Andrés Alexander Barbosa, un trabajador colombiano de Refcon Alicante, al tiempo que recuerda que en una ocasión trabajó "con un señor de ocho de la mañana a diez de la noche" que le "pagó 45 euros al día".

Además, "es un tema que exige bastante físico", relata Julián Calderón, otro trabajador colombiano, pero de Fontanería y Reformas Rubio, que asegura que cuando ellos llegan a España lo hacen para "demostrar" que saben hacerlo. Al fin y al cabo, fontaneros, electricistas, oficiales de pladur, entre otras, más allá de herramientas, llevan en su maletín la ilusión de alcanzar una vida mejor que la que dejan en sus países.

Porque a pesar de que "uno viene a trabajar", también se trasladan en busca de "crear un país mejor", que Andrés, considera, "entre todos podemos hacer". Por eso, insiste en que "no todos los migrantes" vienen a España a "hacer cosas malas". Un estigma que no se atribuye a otro tipo de migrantes que en vez de estar en la obra, trabajan en el sector energético y ganan varias veces lo que un español medio.

En el sector energético... mucho mejor

Es el caso de Diego Roverano, geólogo argentino especialista en ingeniería ambiental en Repsol, quien subraya que en España su "nivel de cualificación" le "permite trabajar en entornos que son bien remunerados", además de la posibilidad de "desarrollar una vida acorde a lo que estamos buscando". Y es que en la exploración y producción del petróleo, la multiculturalidad no es un estigma, sino un valor.

Cuestión que destaca la ingeniera de caminos y de petróleo brasileña Renata Martín, quien asegura que vienen "trayendo conocimiento [en la materia] de países" como el suyo. De nuevo, 'Sin ellos' demuestra que las personas migrantes son uno de los cimientos de nuestro sistema de empleo, sea por su experiencia, su formación o ganas.