El caso de Daniel Sancho, tiene un precedente en la historia judicial de Tailandia. Artur Segarra, otro español que cometió un crimen análogo en Bangkok en 2016, cumple actualmente una condena de cadena perpetua en la capital tailandesa. Por su parte, el hijo del actor Rodolfo Sancho, al final, ha sido condenado a cadena perpetua, pese a que la Fiscalía pedía la pena de muerte.

No obstante, el caso es diferente ya que Segarra, que inicialmente fue sentenciado a la pena de muerte. El español logró conmutar su condena mediante una carta de arrepentimiento dirigida al rey de Tailandia, que le permitió obtener una amnistía parcial y la posibilidad de ser trasladado a España en el futuro.

El caso de Segarra, que implicó el secuestro, tortura, asesinato y desmembramiento de David Bernat, también español, ha sido uno de los más mediáticos en la historia reciente de Tailandia.

En enero de 2016, Segarra secuestró a Bernat, con quien tenía una relación previa, y lo retuvo en su apartamento durante siete días en Bangkok. Posteriormente, el 30 de enero, fueron encontrados los primeros restos del cadáver en el río Chao Phraya.

Segarra, quien había intentado evadir la justicia huyendo a Camboya, fue arrestado y extraditado a Tailandia, donde enfrentó un largo proceso judicial que concluyó con su condena definitiva en noviembre de 2019.

El caso de Segarra, que también involucró una trama de estafas en España y un largo proceso judicial, ahora encuentra un eco en el caso de Sancho, creando paralelismos en el ámbito de la justicia internacional.

Sin embargo, el español Daniel Sancho ha sido condenado este jueves a la cadena perpetua tras ser hallado culpable por un juez de Tailandia del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta y de los otros dos delitos de los que estaba acusado. El juez del Tribunal Provincial de Samui (sur de Tailandia) indicó durante la lectura del fallo que la condena había sido reducida de la pena de muerte a la cadena perpetua por la colaboración del acusado.