Los temas suelen ser siempre los mismos cuando hablamos de delitos de odio. Aquellos que involucran a personas migrantes, a mujeres o miembros del colectivo LGTBI.
Cuando la ONG Movimiento por La Paz lanza algún mensaje sobre esos asuntos, reconocen que es más fácil que lleguen los mensajes de odio. "Cuando vemos que existe la oportunidad tratamos de argumentar con fuentes y datos para contrarrestar los de odio y que ahondan en la discriminación", explica Vicente Baeza, coordinador de Movilización Social y Comunicación de Movimiento por la Paz.
"Si llega a mayores, en los propios canales de la red hay instrumentos para denunciar", explica.
Y estos casos cada vez van a más. En 2023 los delitos de odio crecieron un 21%. Sin embargo, esos mensajes pueden ser muy ofensivos, pero no delito: "Puede no ser delito pero si una infracción". "Hay otras herramientas de derecho administrativo que pueden dar respuesta", explica el profesor de Derecho Penal en la UAM Juan Alberto Díaz
Para ello, hay que utilizar la aprobada Ley de Igualdad de Trato, a la que le falta desarrollo. Concretamente, un órgano que pueda imponer sanciones: "Si al autor le acaba imponiendo una prisión de menos de dos años te da igual, tal vez la sanción económica duele más".
El Observatorio contra el Racismo y la Xenofobia, dependiente del ministerio de Inclusión, ha notificado en lo que va de año más de 2.000 mensajes ofensivos a las plataformas. Se han retirado solo un 30%.
Mensajes que muchas veces tienen una estrategia muy preparada detrás. "Son discursos utilizados para generar un clima de desconfianza y temor. Presentar a ciertos grupos como una amenaza. Es un discurso estratégico", señala Karoline Fernández de la Hoz, directora del Observatorio español de racismo y xenofobia del Ministerio de Inclusión, S. Social y Migraciones.
Lo que significa que la situación es más peligrosa todavía. De ahí la importancia, dicen, de crear estrategias que desactiven esos discursos implicando a toda la sociedad. Si vemos un mensaje de odio, concluyen, hay que denunciar.