Un preso marfileño condenado a 20 años por matar en 2015 a un policía al arrojarle a las vías del tren ha provocado un incidente en la cárcel madrileña de Estremera al morder y golpear a varios funcionarios cuando trataban de suministrarle la medicación prescrita por los especialistas sanitarios, según han informado fuentes penitenciarias.
El suceso ha trascendido tras la denuncia de la asociación de trabajadores penitenciarios 'Tu Abandono Me Puede Matar' (TAMPM), aunque fuentes penitenciarias reducen el alcance del incidente a las heridas en un dedo y un brazo de un funcionario debido a los mordiscos propinados por el preso y la herida en una ceja --sin precisar puntos de sutura-- en otro trabajador. También causó hematomas en otros dos miembros del personal de la cárcel.
El incidente ocurrió este lunes en el módulo de enfermería de Estremera, cárcel a la que fue trasladado desde Dueñas. En este otro centro se le aplicó el artículo 91.3 del Régimen Penitenciario, que fija la vida en departamentos especiales de los penados de "peligrosidad extrema" clasificados en primer grado y que hayan sido protagonistas o inductores de alteraciones regimentales muy graves o hayan puesto en peligro la vida o integridad de los funcionarios y autoridades.
El preso se niega a seguir un tratamiento por problemas mentales y los funcionarios de Estremera tienen que obligarle a tomar la medicación de forma forzosa. Fue en estas circunstancias cuando el interno se levantó de la silla de ruedas que utiliza en el establecimiento y se abalanzó sobre los cuatro funcionarios, a los que golpeó y llegó a morder.
Como consecuencia de este incidente, la dirección de Estremera ha aplicado al preso el artículo 75.1, que regula las limitaciones regimentales y medidas de protección personal. En concreto, establece que los penados "no tendrán otras limitaciones regimentales que las exigidas por el aseguramiento de su persona y por la seguridad y el buen orden de los Establecimientos, así como las que aconseje su tratamiento o las que provengan de su grado de clasificación".
Condenado por matar a un policía
El 19 de abril de 2018, el Tribunal Supremo confirmó la condena a 20 años de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid a este marfileño que el 2 de enero de 2015 mató a un policía al arrojarle a las vías del tren. El Alto Tribunal desestimó el recurso de casación interpuesto por el acusado contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de 28 de septiembre de 2017.
Los magistrados confirmaron la pena por un delito de asesinato en concurso ideal con otro de atentado con medio peligroso, con la agravante de reincidencia, al considerar probada su intención de matar a un agente de 29 años que tiró a la vía del metro cuando el convoy entraba en la estación madrileña de Embajadores el 2 de enero de 2015. Al condenado se le impuso una indemnización de 30.000 euros.
La Sala remarcó la "crueldad y peligrosidad" del condenado que quería asegurarse de la muerte del agente al tirarse con él a las vías, y rechazó que este cayera después de un forcejeo, como sostuvo la defensa en su recurso de casación.
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Los hechos ocurrieron en la estación de metro de Embajadores de Madrid, cuando el policía nacional --que estaba de servicio junto con su compañero en el vestíbulo de dicha estación-- requirieron la documentación al acusado, que residía de forma ilegal en España.
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