Se incrementa el número de jóvenes que niega la violencia machista. Lo hace uno de cada cinco, al tiempo que aumentan las cifras de las adolescentes de 16 y 17 años que la han sufrido. Según datos de la última macroencuesta del Ministerio, el 6,2% ha sufrido violencia física por parte de parejas o exparejas, el 6,5% violencia sexual, un 16,7% violencia emocional, y una de cada cuatro (24,9%) violencia psicológica o de control.

En el caso de Alba, víctima de violencia machista, las primeras señales aparecieron cuando Alba tenía solo 15 años: "Me hacía creer que él era la única persona que tenía de confianza", cuenta a laSexta. Su entonces pareja la controlaba las 24 horas, hasta que Alba decidió cortar la relación.

En ese momento, tal y como relata la joven, el chico empezó a ir "por el barrio" donde ella vivía a hacerse amigo de sus amigas "para hacerse la víctima y lanzar amenazas como que se iba a hacer un abrigo con piel de zorra". Así, su exnovio consiguió aislarla de sus amigas e, incluso, agredió a su siguiente pareja.

Desde 2011, 5.960 menores han sido víctimas de violencia machista. "Yo me sentía que encima era la culpable y merecía estar pasando por lo que pasaba", expresa Alba.

Sin embargo, muchas no lo saben ver: "Al no identificar qué es violencia de género en los primeros estadios, como que te miren el móvil o que te digan cómo te tienes que vestir, esto puede dar lugar a unas situaciones de violencia mucho mayores", advierte Catalina Perazzo, doctora de Incidencia Social y Política en 'Save the Children'.

Además, también les cuesta denunciarlo. En este sentido, Rodrigo Hernández, portavoz de 'Save the Children', señala que en el último año han tenido 514 denuncias. "Y en los últimos diez años, desde que hay registros, más de 6.000 denuncias, y lamentablemente eso solo es la punta del iceberg", añade.

Paula tampoco supo ver qué ocurría en su relación: "Yo no me identificaba nunca como mujer maltratada", reconoce. Sin embargo, con solo 15 años ya era una víctima. "Al principio eran humillaciones delante de la gente, insultos y gritos...", expresa la joven. Pero poco después, esa violencia psicológica paso a ser física. "La primera agresión física fue porque yo le di un 'Me gusta' a un amigo suyo. Luego, me rompió el móvil contra el salpicadero del coche", recuerda. Su pareja fue condenado

Ahora Paula, con 24 años es psicóloga y colabora con otras víctimas: "Ahora soy yo quien ayuda a que lo vean, a que denuncien...", cuenta la joven, cuyo objetivo es evitar que otras jóvenes pasen por lo mismo y sepan identificar esta violencia para, de esta forma, acabar con ella cuanto antes.