El pueblo de Medinaceli (Soria) se divide en protestas de defensores y detractores de la celebración del Toro Jubilo

Con controles a la entrada y salida del pueblo, la Guardia Civil tuvo que organizar un amplio dispositivo para evitar confrontaciones entre detractores y defensores del Toro Jubilo de Medinaceli, en Soria.

A petición de PACMA, el juzgado contencioso administrativo de Soria ha mantenido la suspensión cautelar de esta tradición. El juez considera que hay un alto riesgo físico y psíquico para el animal y, por tanto, no se produjo la fiesta del pueblo con el toro de protagonista.

"Hemos apagado el fuego de la tortura" o "Toro, hermano, estamos a tu lado" fue el grito de quienes han conseguido paralizar la celebración del Toro Jubilo en Medinaceli. Tras años manifestándose, han conseguido por primera vez que no se celebre la fiesta. "Para que todos los toros de fuego vayan viendo que se les acabó la fiesta", comenta Javier Sanabria, secretario de PACMA.

Anoche, el toro embarrado y con sus astas prendidas en fuego debería haber sido la imagen del pueblo, una fiesta que desde 2002 es festejo de interés turístico regional y que más tiene 500 años de historia.

De ahí, gran parte de la argumentación de los defensores de la fiesta. "Cuando un pueblo quiere seguir con su tradición tampoco entendemos que tenga que ir un juez a quitárnosla", argumenta Óscar Pascual, de la asociación del Toro Jubilo.

Eso sí, en el pueblo hay división total de opiniones. El ayuntamiento ya ha recurrido la decisión, como asegura su alcalde Gregorio Miguel: "Tenemos la esperanza de que esto se revierta y que podamos celebrar nuestro festejo el año que viene tranquilamente".

Y la imagen de este sábado fue la división, con dos protestas bien diferenciadas sobre el festejo o no de esta tradicional fiesta del pueblo de Medinaceli.