El ayuntamiento de Burguillos, en Sevilla, acaba de pagar 2,5 millones de euros a un fondo buitre americano para evitar su embargo. Tan solo era un primer pago porque la deuda total asciende a 27 millones. Durante años, el consistorio no escatimó y ahora no puede invertir en nada.

El consistorio pretendía hacer una piscina municipal cubierta. Invirtieron más de cinco millones de euros en un proyecto que se ahogó entre impagos. Ahora, cuentan los vecinos que "hay bastantes problemas que tienen que solucionar".

Otros 14 millones y medio de euros se destinaron a levantar un lujoso hotel que nunca llegó a brillar. Según cuenta los vecinos el problema es que "el pueblo quiso crecer más de lo que pudo", se ambicionó demasiado y, ahora, los que pagan son ellos.

El pueblo, de unos 6.000 habitantes, ha llegado a acumular una deuda de 27 millones de euros. El consistorio ha dado un pequeño primer paso abonando 2,5 millones al fondo buitre americano que compró su deuda.

El alcalde de Burguillos, Domingo Delgado, ha explicado que "pagamos lo que tenemos". "Como no tenemos los 27 millones y no hay acuerdo alguno con el fondo, pues pagamos los dos millones y medio", cuenta.

Y es que ese fondo amenaza con embargar sus bienes si no pagan. Dinero que se iba a utilizar para construir un recinto ferial o para un plan de ayuda al empleo que ahora se esfuma.

"Lo que podamos detraer de ese presupuesto, cinco millones, será lo que podamos pagarle anualmente a este fondo. No más", ha explicado Delgado.

Burguillos está plagado de esqueletos de cemento que recuerdan la nefasta gestión que se hizo. Durante la burbuja económica en 2007, la administración socialista gastó muy por encima de sus posibilidades y las consecuencias se siguen pagando más de quince años después.