Durante esta última semana le ha pasado a grandes empresas de electricidad como Iberdrola, de telefonía como Telefónica, de banca como el Santandery hasta la misma Dirección General de Tráfico (DGT). Todos han sufrido el hackeo de millones de datos de sus clientes, entre los que pueden estar los nuestros.

Sí, generalmente es la empresa afectada la que avisa a sus clientes o usuarios mediante correo electrónico, o a través de una carta. En cualquier caso, si el asunto nos deja preocupados, podemos llamar nosotros a atención al cliente y preguntar. De hecho, están obligadas a responder.

Entre esos datos robados suele estar nuestro nombre, nuestro correo electrónico, nuestro número de teléfono e incluso, en ocasiones, también nuestro DNI, la dirección donde vivimos y hasta nuestras contraseñas. Es cierto que es rara la vez que los hackers consiguen nuestros datos bancarios, pero lo hacen.

Por eso, lo primero que hay que hacer es cambiar la contraseña y si sospechamos que pueden tenerlos, lo mejor es dar de baja la tarjeta que estábamos usando y pedirle otra a nuestro banco. Eso sí y sobre todo, es muy importante extremar la precaución, especialmente estos días, porque es probable que empiece a recibir mensajes, SMS, correos electrónico y hasta Whatsapps de personas desconocidas que nos invitan a pinchar en determinados enlaces.

Por lo tanto es primordial no pinchar en ellos. Y si le intentan estafar recuerde este número: 017. Se trata del del teléfono del Instituto Nacional de Ciberseguridad dependiente del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública.