El autor confeso del asesinato de Mateo, el niño de 11 años de Mocejón (Toledo), ha sido detenido este lunes en una vivienda de la localidad en la que vivía junto a su padre y su hermano. Aunque todavía es pronto para saber qué recorrido judicial puede tener esta causa, es importante recordar las penas de prisión a las que puede enfrentarse este joven de 20 años.

En este caso de asesinato hay un factor clave: la víctima es menor de edad, por lo que es vulnerable. La pena por un caso de asesinato serían 25 años de prisión, pero al tratarse de este perfil se podría aplicar la prisión permanente revisable. Ahora bien, habría que ver si este presunto asesino cumple alguno de los atenuantes que contempla la ley, como puede ser una enfermedad de salud mental.

Tras la detención y la confesión del joven, la Guardia Civil rastrea el canal de Mocejón en busca de ese arma con la que habría cometido el crimen y registra dos domicilios de esta localidad toledana. Ha sido la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, quien ha informado de estos registros, recordando que la investigación está bajo secreto de sumario.

Agentes del instituto armado inspeccionan el canal de Mocejón, hasta el que se han desplazado siete coches patrulla y donde se concentra una gran cantidad de vecinos de la localidad. Son dos los agentes que se encuentran dentro del canal rastreando con sus manos en busca del arma. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su agradecimiento y reconocimiento a la Guardia Civil y a la Policía Nacional por su trabajo para la detención del presunto asesino.

Era a las 18:00 horas de este lunes cuando la Guardia Civil ha detenido al joven de 20 años que residía a pocos metros de la casa de la víctima. La Guardia Civil ha llevado a cabo un registro en la vivienda del padre del detenido y otro en el de la abuela. El joven de 20 años no residía en el pueblo, sino que vive en Madrid y se encontraba de vacaciones. Se buscan dos cosas: la ropa en la que podría haber restos biológicos de Mateo y el arma del crimen.

Los agentes han conseguido dar con el detenido gracias a las cámaras de seguridad y a los teléfonos móviles. Por un lado, se han revisado las imágenes de las cámaras de videovigilancia, hay en torno a una decena, y también la información que arrojen los repetidores de telefonía. Todos los móviles, si están encendidos, dejan un rastro. Gracias a esta información, se pueden situar todas las personas que estaban en ese polideportivo en la franja horaria que sucedió el crimen: entre las 9:30 y las 10:30 horas de la mañana del domingo.