Diciembre de 1979: una chimenea con un fuego candente preside el salón del Palacio de la Zarzuela en el que el rey Juan Carlos I estaba a punto de grabar el mensaje de Navidad para los españoles. Puedes recordarlo o verlo por primera vez si eres muy joven en este vídeo de laSexta Noticias.
La imagen es la de una familia unida: la reina Sofía ayuda al todavía Príncipe a cerrar su backgammon de madera y, junto con las infantas, se ponen en pie para escuchar el mensaje de Juan Carlos I. El entonces rey empieza pidiendo "unos minutos de atención al dirigirse a todos los españoles en estas horas de solemnidad familiar". Y en estas horas de solemnidad familiar habría acabado de nacer Alejandra, su supuesta cuarta hija.
El recién proclamado Príncipe de Asturias entonces tendría unos 11 años. 14 la infanta Cristina. 16 la infanta Elena. Y la imagen de familia perfecta y unida se mantiene, completamente ajena al nacimiento de Alejandra, a quien el periodista de El Periódico de Cataluña, Ernesto Ekaizer, se atreve a poner apellido: sería Alejandra de Rojas. Nacida en 1979, hija de Eduardo de Rojas y Ordóñez y Charo Palacios, condes de Montarco. Él, fallecido en 2005 con 96 años. Y ella en 2016 con 79.
Según publica El Confidencial, el rey emérito y la condesa de Montarco se habrían conocido gracias a amigos y a aficiones comunes, como la caza. La ya fallecida condesa de Montarco era una mujer liberal muy presente en los círculos de moda del momento, veraneante de Sanxenxo, y protagonista de las mismas revistas del corazón que la real familia Real. Pero Alejandra habría crecido ajena a esa paternidad, porque ya tenía un padre, y como todos en los 80 y los 90 pensando que el rey de España era moderno, pero no tanto como para ser su sorprendente progenitor.
Avanzan los 80. Felipe ya es un joven Príncipe en la Academia General Militar. Arrancan los 90, y se licencia en Derecho. E hijo de Borbones él, hija de aristócratas ella, en la juventud empiezan a moverse por los mismos círculos aristocráticos. Esto es lo que habría despertado el temor del rey Juan Carlos, según el periodista José María Olmo, a que Felipe VI y Alejandra se enamoraran sin saber que serían familia.
Tarde, y aunque nunca la habría tratado como a sus tres hijos reconocidos, el rey Juan Carlos empieza a compartir el secreto con sus amigos más cercanos. Empieza a presumir de una hija inteligente y guapa. Está muy ligada al mundo de la moda, como su madre, y también protagoniza campañas de publicidad y aparece en revistas del corazón. Y aunque era un secreto a voces en algunos círculos sociales, nunca sale a la luz para ocultar que el matrimonio real hacía aguas. 44 años después, hoy, el rey emérito también lo ha negado.