Para muchos adolescentes, quitarse la mascarilla supone un motivo de ansiedad: que se les vean los granos, su verdadera imagen... admiten que se sienten más seguros tapados. Los psicólogos insisten en la importancia de no forzar y darles su tiempo. Porque, aunque parece algo fácil quitarse la mascarilla, para algunos implica mucho más. Manuel, de 13 años, lo ve a diario en su colegio.
"Hay algunos que se levantan un poco la mascarilla por debajo, le dan un mordisco al bocadillo y se vuelven a tapar", cuenta este menor del Colegio Sagrado Corazón-Fundación Spínola de Sevilla. Se sienten desnudos ("es como si me quito los pantalones", comenta una alumna), y les genera inseguridades: "Siempre piensas en qué le pareces a la otra persona cuando te bajas la mascarilla".
Para José Luis Barrejón, orientador de Secundaria y Bachillerato de Brains International School, está claro lo que sucede con esta nueva problemática: "Permite tapar aquellas características de su físico con la que no se sienten tan cómodos". Una valoración a la que se suma Silvia Álava, doctora en Psicología: "Esa sensación de seguridad hace que no quieran quitarse la mascarilla".
Les sucede más a ellas que a ellos. Para adentrarse más en esta cuestión, un equipo de laSexta se fija en un grupo de estudiantes que se juntan en el patio. Son nueve, y seis de ellos tienen la mascarilla puesta, y otros dos, aunque quitada, la mantienen cerca, algo que evidencia un empleo alternativo de la mascarilla. En el Brain International Schools de La Moraleja, los menores hablan de esas inseguridades.
A Luna, de 12 años, le costó quitársela: "Pensaba que iban a decir cosas sobre mí, lo mismo que le pasó a mis amigas. Teníamos vergüenza". Aunque es normal, según dicen los orientadores, al tratarse de una época de cambios, altos y bajos de autoestima, como es la adolescencia. "Es una época de cambios físicos y de presión sobre su imagen", ha destacado Ana Herrero, coordinadora del Departamento de Orientación de este centro educativo.
La solución pasa por trabajar la autoestima y por no forzar. "Es importante, si no se quieren quitar la mascarilla, no forzar, darles tiempo y validar las emociones que están sintiendo", ha expuesto Silvia Álava. Así, todos, también ellos, nos iremos adaptando a la que siempre ha sido nuestra realidad, tanto dentro como fuera de las aulas.
Valorado en 200.000 euros
Roban 400 jamones ibéricos y 500 cañas de lomo en una empresa de Huelva
La empresa Jamones Eíriz, ubicada en Corteconcepción (Huelva), ha denunciado ante la Guardia Civil el robo de 400 jamones de Jabugo y 500 cañas de lomo de bellota. Todo ello valorado en unos 200.000 euros.